- Carlos Roberto Matty
- Sonora
Mara Lezama, gobernadora de Quintana Roo, inicia el 2024 sin aclarar la denuncia de extorsión hecha por los empresarios Jaime Ruiz Breguer y Enrique Olguín Sauceda, a través de esfera noticias, denuncia expuesta ante el presidente Andrés Manuel López Obrador en la conferencia de prensa del 29 de noviembre del 2023.
A más de un mes de haber denunciado un hecho de presunta corrupción y pese a que el Jefe del Ejecutivo confió en que el gobierno de Quintana Roo haría la aclaración pertinente, Mara Lezama ha optado por ignorar el hecho.
Cabe recordar que el pasado 20 de abril, Jaime Ruiz y Enrique Olguín se presentaron en la Dirección de Finanzas del gobierno de Quintana Roo, ubicada en Cancún, para cobrar un saldo pendiente de un contrato de adquisiciones registrado en 2019. Durante esta reunión, se acordó que recibirían un primer abono, quedando un saldo pendiente de ocho y medio millones de pesos.
Adrián Díaz, alcalde oficial del gobierno de Quintana Roo, quien se ha negado a pagar el saldo pendiente, habría solicitado a los empresarios un pago por adelantado de 3.5 millones de pesos para agilizar el proceso de pago pendiente. Este hecho plantea la interrogante sobre la presunta corrupción en el gobierno estatal, dejando al descubierto prácticas que podrían ir en contra de la supuesta transformación gubernamental liderada por López Obrador.
Al respecto, López Obrador exhortó a combatir la corrupción en todas sus modalidades y confió en que la gobernadora Mara Lezama tomaría cartas en el asunto, sin embargo los empresarios afectados continuarán sin recibir el pago pendiente.
¡El que se mueve no sale en la foto¡, es la expresión que pronunció en su momento Fidel Velázquez quien se refería, a que, para no quedarse sin ‘hueso’ tenían que cuadrarse con el jefe, quedarse calladito, servirle en todos sus ‘mandatos’ es lo que queda retratado en el grupo de ex priistas como Eruviel Ávila y Alejandro Murat ex gobernadores del Estados de México y Oaxaca, respectivamente que se unen al proyecto de nación de Claudia Sheinbaum.
Ernesto Madrid
La expresión que pronunciara el político español nacido en Sevilla, Alfonso Guerra González, declarado hijo predilecto de Andalucía, figura destacada en la transición democrática española, vicepresidente con Felipe González por el (PSOE), Partido Socialista Obrero Español, por sus siglas, queda como anillo al dedo, a los ahora ex priistas, como muchos otros que forman parte ya, de los cuadros de Morena y que varios han sido exhibidos por actos de ‘corrupción.
Lo paradójico del caso es que le denominaron a su grupo de 18 ex priistas la “Alianza Progresista”, que, según su postura, se dijeron convencidos de que la opción que necesita México es la que encabeza la doctora Sheinbaum y que trabajarán para que la aspirante de Morena logre un triunfo contundente en las elecciones del 2 de junio.
Por más curioso que parezca, aseguraron que no buscan “una chamba o un hueso”, sino que los mueve “el amor por México” que para evitar los comentarios de la división hacía el interior del partido en el poder, dejaron en claro que no formarán un nuevo partido ni se integrarán como corriente a Morena.
Entre los sumados están los senadores Jorge Carlos Ramírez Marín, Nuvia Mayorga, y el alcalde de Cuajimalpa, Adrián Ruvalcaba, este último quien renunció al partido tricolor hace algunas semanas después de criticar la forma en la que la alianza Va por México eligió a su candidato para Jefe de Gobierno y dejó entrever su resentimiento al señalar que la precandidata de la alianza PAN, PRI y PRD es como un títere de los dirigentes, y señaló que no tiene respaldo popular ni toma decisiones y remató: “Pobre Xóchitl, tan lejos de Dios y tan cerca de Alito”.
En los entredichos está la renuncia del experredista y exaspirante a la candidatura del Frente Va por México Silvano Aureoles que buscaba acomodo en la oposición y que también enfrenta acusaciones de corrupción, pero, “ante las constantes descalificaciones de las que -dijo- he sido objeto en varias reuniones privadas por parte de Xóchitl Gálvez, rechazó la encomienda que le hiciera en su equipo de Fuerza y Corazón por México.
Y sus deseos, ‘más profundos’ que anhela “que ganemos la presidencia de nuestro país y tengan por seguro que, desde mi trinchera, abonaré como siempre lo he hecho a que el México que soñamos sea una realidad” quedarán en entredicho a pesar de que la senadora con licencia y jefa de la Oficina de la precandidata presidencial opositora, Kenia López, rechazó que exista maltrato por parte de la abanderada.
Lo que queda claro es que todos los que buscan acomodo en otros partidos, sobre todo Morena, donde son exculpados, enfrentan acusaciones de corrupción, el ex gobernador del Estado de México, el priista Eruviel Ávila Villegas, seis años de escándalos cuando fue gobernador; el alcalde de Cuajimalpa, Adrián Ruvalcaba con sospechas de la Sedena por sus vínculos con el grupo criminal Los Lenin Canchola; Alejandro Murat, rodeado, como López Obrador, pero si este detalle, con siete personajes, detenidos y bajo prisión preventiva por presuntos actos de corrupción y por supuesto, Silvano Aureoles, que tiene procesos legales pendientes por un desfalco de millones de pesos.
Todos buscan acomodo y seguir en la impunidad ofreciendo su ‘experiencia’ pero la pregunta sería ¿dónde queda la sociedad civil que pregonan?