- Sheinbaum señaló que su presupuesto se centrara programas sociales y las obras públicas
Si bien es cierto que la virtual presidenta de México Claudia Sheinbaum ratificó a Ariadna Montiel en la secretaría de Bienestar y que su presupuesto para el próximo año estará enfocado en los Programas Sociales e infraestructura, la realidad es que las transferencias de dichos apoyos no están llegado a los hogares con menos ingresos y mayor pobreza, demuestra un análisis del organismo México ¿cómo vamos?
Ernesto Madrid
“Se observa también una caída muy importante en los hogares con menos ingresos (…) es de suma relevancia destacar la caída en alrededor de 20 puntos porcentuales en la cobertura en los hogares de menores ingresos entre 2016-2018 y 2020-2022” y esa caída se observa también en el ingreso promedio por transferencias gubernamentales. En 2022, el ingreso promedio mensual por programas sociales del 12% de los hogares con menores ingresos (cincuentil 1 al 6) se encuentra por debajo del observado en 2016”, precisa el documento.
Lo cierto es que el cambio en la cobertura de los programas sociales de transferencias monetarias perjudica a los hogares de ingresos más bajos y beneficia más a los de ingresos más altos lo que tiene consecuencias en la distribución de la masa total de recursos repartidos. Para muestra lo que en junio de 2023 presenció el entonces aspirante a candidato presidencial de la 4T Adán Augusto en Chiapas, cuando al unísono le respondieron que ninguno de los ahí presentes, recibían pensión.
Estos resultados anticipan la necesidad de realizar una revisión a la actual política social sobre transferencias monetarias para recuperar la cobertura observada en los hogares de menores ingresos como en años anteriores advierten especialistas, ya que esta menor progresividad está relacionada, a que gran parte de la cobertura de los programas actuales se debe a la cobertura específica de la Pensión de Adultos Mayores, el cuál es un programa universal que no tiene como objetivo la focalización en los hogares de menores ingresos.
Esta también las Becas Benito Juárez, tanto en nivel básico como medio superior que, si tiene un objetivo de focalización en los hogares de mayor vulnerabilidad, sin embargo, se quedan lejos tanto en términos de cobertura, así como presupuestalmente en comparación con Prospera, programa comparable en la administración anterior.
Además, de acuerdo con el documento de México ¿cómo vamos? es importante pensar en la política social desde una perspectiva generacional del presupuesto ya que, si bien es importante atender a los adultos mayores a partir de la pensión no contributiva, no debe ser a costa de menor asignación de recursos públicos en programas de infraestructura social destinados al mejoramiento de la calidad educativa o servicios de salud.
¿CÓMO ESTÁ LA ATENCIÓN DE LA SALUD EN MÉXICO?
En este contexto, el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) informó que los mexicanos con carencias en acceso a los servicios de salud pasaron de 20.1 millones a 50.4 millones, es decir, 39% no tuvieron servicios médicos en 2022 lo que implica que el número de personas sin acceso a la seguridad social es de 64.7 millones, lo cual, destacó el organismo, sigue siendo la carencia con mayor incidencia en pobreza.
De acuerdo con la medición multidimensional de la pobreza en México, en 2022 el mayor porcentaje de personas con acceso a los servicios de salud corresponde al 38.3% que reportó estar afiliado al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS); en segundo término, declaró tener derecho a los servicios del Insabi, con 13.1% de esta última institución, que estaba dirigida a brindar servicios de salud a las personas sin seguridad social.
Aunado a lo anterior, el programa IMSS-Bienestar correspondió al 0.4%, los derechohabientes afiliados al Seguro Social y a los servicios que presta el ISSSTE al 5.3%; ISSSTE estatal al 1.6%; las personas con seguro privado o gastos médicos alcanzó 0.9%, y la población relacionada con una institución médica distinta, 0.7%.
Además, a la seguridad social son las personas que trabajan, 63.6% no cuenta con acceso a la seguridad social como prestación y tan solo en 2022 aproximadamente 36 de cada 100 personas en México presentaban al menos una carencia social y tenían un ingreso mensual insuficiente para adquirir una canasta alimentaria conformada para cubrir sus necesidades.
De las personas de 65 años o más, 29.3% no contaban con un ingreso por programas para adultos mayores. Además, 70% de la población de 65 años o más tenía acceso a una pensión no contributiva (ingresos por programas de adultos mayores) que le permitía adquirir la canasta alimentaria o tenía acceso a una pensión contributiva entre jubilaciones y pensiones.
Ante esto, México ¿cómo vamos? deja en claro que resulta evidente la siguiente tendencia: el aumento de la cobertura de los programas sociales de transferencias monetarias fue mayor en las entidades federativas con menor prevalencia de pobreza, mientras que en aquellas con mayor prevalencia de pobreza el aumento fue menor o, incluso, representó una disminución en la cobertura de los programas.
“Desde un punto de vista de brechas regionales en el país, estos cambios no representarían una mejora en el cierre de tales brechas pues, aunque se observa el máximo histórico en el alcance general de los programas sociales de transferencias, se observa igual, una caída muy importante en el alcance de los hogares de menores ingresos, los de mayor pobreza”, aclaró.
- Ernesto Madrid
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