- Pegasus, sobornos y ¿el pacto que nunca se rompió?
Sin consulta y sin simulación. Este lunes, el fiscal general Alejandro Gertz Manero anunció lo que parecía imposible: la apertura de una carpeta de investigación contra el expresidente Enrique Peña Nieto por supuestos sobornos relacionados con el software espía Pegasus. La denuncia parte de declaraciones hechas en Israel por empresarios que aseguran haber entregado 25 millones de dólares al entonces mandatario priista a cambio de contratos gubernamentales, incluido el polémico sistema de espionaje.
Ernesto Madrid
Lo relevante no es solo el anuncio, sino el momento. Porque, aunque los señalamientos contra Peña Nieto han existido desde antes de que terminara su sexenio, ningún proceso real había prosperado. La explicación que muchos ofrecieron en su momento fue clara: un pacto de impunidad entre AMLO y Peña Nieto, sellado sin necesidad de consulta popular, y operado con cortesías mutuas. AMLO se refería a su antecesor como “el licenciado Peña Nieto”, y en su administración inicial se evitó por completo tocarlo judicialmente.
La supuesta voluntad popular para enjuiciar expresidentes se tradujo en una consulta simbólica -promovida por el propio López Obrador- que terminó en el archivo muerto. Nadie fue procesado. Nadie pisó la cárcel. El pacto sobrevivió.
Este lunes, en la conferencia matutina de la presidenta Claudia Sheinbaum, el fiscal Gertz declaró que ya se solicitó asistencia jurídica internacional a Israel para obtener pruebas legales que sustenten el nuevo caso. “Vamos a reclamar que esta información que dieron de carácter mediático la podamos incorporar a una carpeta”, dijo el fiscal. Advirtió además que esta vez no se permitirá que la falta de pruebas -como ocurrió en denuncias anteriores- detenga el procedimiento.
El historial de omisiones pesa. Desde 2020, la FGR había recibido denuncias del exdirector de Pemex, Emilio Lozoya, que involucraban a Peña Nieto, Salinas de Gortari, Calderón, Luis Videgaray y otros exfuncionarios en la red de sobornos de Odebrecht y la compra-venta irregular de Fertinal. A pesar de ello, la fiscalía no consiguió llevar a juicio a ninguno de ellos.
Organismos como Artículo 19 han exigido que se investigue a fondo el presunto uso de Pegasus con fines políticos, especialmente durante el gobierno de Peña Nieto, cuando fueron espiados periodistas, activistas, opositores y defensores de derechos humanos. Pero el sistema judicial mexicano, debilitado por la falta de autonomía, no ha procesado a un solo expresidente en seis décadas.
La pregunta ahora es si esta nueva carpeta será el primer caso real contra un expresidente en funciones o si simplemente responderá al cambio de sexenio y a un ajuste político, sin intenciones de ir más allá. ¿Se rompió finalmente el pacto de no agresión entre López Obrador y Peña Nieto? ¿O solo se está reacomodando el tablero?
La FGR dice tener voluntad. Pero en México, la voluntad sin justicia no basta.
@JErnestoMadrid
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