El Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos (DHS, en inglés) anunció el jueves la extensión del llamado Estatus de Protección temporal (TPS, en inglés) hasta el 2 de enero de 2020 para los nacionales de Nicaragua, Haití, El Salvador y Sudán.
El TPS es un esquema migratorio creado en 1990 que otorga permisos extraordinarios a los ciudadanos de naciones afectadas por guerras o desastres naturales, el mismo que se renovaba automáticamente por 18 meses hasta que el gobierno de Donald Trump decidió revisar las condiciones que lo justificaron en su momento.
Es así que en el último año, el gobernante ordenó a sus beneficiarios -unos 263 000 salvadoreños, 86 000 hondureños, 58 000 haitianos, 5300 nicaragüenses y 1000 sudaneses- que buscasen otra opción migratoria legal o estuvieran listos a abandonar el país.
En octubre de 2018, el juez del tribunal para el Distrito Norte en San Francisco,California, Edward Chen, se pronunció a favor del bloqueo de su suspensión puesto que ocasionaba un "daño irreparable" a los inmigrantes y sus familias. El DHS apuntó en ese sentido que la medida garantiza dicho fallo judicial.
Las reacciones no se hicieron esperar.
FWD.us recordó que "esto no debería ralentizar los esfuerzos del Congreso para proteger de manera permanente a estas comunidades, en riesgo inminente por las acciones de la Administración Trump".
El TPS de El Salvador surgió a raíz de una serie de terremotos, mientras que los de Honduras y Nicaragua se concedieron en 1998 tras el paso del terrible huracán Mitch por Centroamérica.
Haití lo obtuvo en 2010 por el gran sismo que dejó al país en ruinas y se llevó a 300 000 personas, en tanto Sudán lo consiguió en 2014 por el conflicto de Sudán del Sur.