Martha McSally, la primera mujer de la Fuerza Aérea en pilotar un avión de combate, declaró ante el Congreso el miércoles que fue víctima de abuso sexual por un oficial superior antes de su salida del Ejército. En una audiencia dirigida a prevenir la agresión sexual y establecer un mejor mecanismo de respuesta por parta de la institución militar, la también senadora republicana indicó que no denunció el hecho. "Como tantas mujeres y hombres, no confiaba en el sistema. Me culpe a mí misma. Estaba avergonzada y confundida. Pensé que era fuerte, pero me sentía impotente".
“Los responsables se aprovechan de su posición de poder y en una ocasión yo misma fui atacada y después violada por un oficial superior", sostuvo la legisladora de 56 años. Por años no habló pero al ver que varios militares señalaban excusas inapropiadas para sus escándalos sexuales decidió contarlo todo. “Me horrorizó la forma en que lidiaron con mi intento de compartir mis experiencias en general. Casi abandoné la Fuerza Aérea tras 18 años de servicio a causa de mi desesperación. Pero no renuncié, decidí quedarme", explicó la representante de Arizona.
Con el grado de coronel antes de su baja en 2010, es la mujer piloto con más rango en la historia de la Fuerza Aérea estadounidense, además de convertirse ya antes en la pionera al mando de un avión de combate, algo prohibido en el país hasta 1994. “La plana mayor no debe ser eximida de la toma de decisiones para prevenir, detectar y procesar el acoso sexual militar", apuntó en el subcomité de Servicios Armados del Senado.
Su declaración sale a la luz semanas después de la confesión de otra de sus colegas de bancada, Joni Ernst, sobre la violación que sufrió en la universidad.