Alejandro Matty Ortega/Irreverente Noticias
¿Cuántas horas puede usted pasar sin beber agua en un día normal?
En la comunidad indígena yaqui "Santísima Trinidad" llevan más de 15 años sin el vital líquido.
Y no, no es en los territorios tradicionales de los 8 pueblos asentados en el Valle del Yaqui.
Es al Sur de Hermosillo, Sonora.
En un predio ubicado a 300 metros al Norte de la colonia Haciendas del Sur donde más de 82 familias padecen los crueles embates de la indiferencia, marginación, discriminación, abandono y olvido oficial.
Las bestiales horas bajo los rayos del Sol a temperaturas superiores a los 46 y hasta 50 grados en verano, la falta de agua, electricidad y el resto de servicios públicos, son sólo la "punta del íceberg" de sus múltiples problemas en su lucha diaria por sobrevivir como los guerreros ancestrales que son.
Niñas, niños, adolescentes, mujeres, hombres, adultos mayores, enfermos y con discapacidad, ven vulnerados sus derechos humanos transgredidos sin piedad.
Nadie los protege.
Ni los ven.
Ni los escuchan.
Son invisibles.
La indiferencia oficial y social son el pan de cada día porque de alimentos, difícilmente pueden disponer en su condición de pobreza extrema.
Los más pobres de los pobres en Hermosillo, Sonora, México.
Durante 15 años, más de 300 yaquis habitantes de la comunidad de "Santísima Trinidad", en Hermosillo, han sido marginados por el Gobierno del Estado al negarle agua y energía eléctrica.
En entrevista conjunta con Irreverente Noticias y Dossier Político, Lorenzo Armando Montoya Ceballos, denunció que el Estado ignora sus demandas de "contar con identidad propia al negarnos los servicios básicos como agua potable y electricidad".
El comandante yaqui, reconocido por los 8 pueblos yaquis, expuso que "desde el sexenio de Guillermo Padrés logramos el comodato del terreno ubicado al Sur de Hermosillo".
Sin embargo, a la fecha carecen de servicios públicos elementales para subsistir.
Gobiernos van y vienen pero nadie los atiende, ni reconoce.
Actualmente, son 82 familias las que carecen de agua y luz a falta de Titulación y de Carta de Asignación de sus predios, ante la indiferencia de Bienes y Concesiones, así como del Ayuntamiento de Hermosillo.
Originario del barrio "La Matanza", Lorenzo Armando pidió al gobernador de Sonora, Alfonso Durazo, "reconocer a la comunidad yaqui y no asignarle un nombre de colonia como pretende el Estado".
Reclamó que el "Gobierno del Estado quiere imponer la condición de colonia con el nombre de Miraval a la comunidad de la Santísima Trinidad".
"Estamos pidiendo la Titulación o Carta de Asignación para contar con los servicios de agua y luz para la comunidad Santísima Trinidad y que se nos reconozca nuestra identidad yaqui", precisa la autoridad yaqui.
Resaltó qur desde hace 15 años celebran sus tradiciones y celebraciones en Semana Santa, así como otros usos y costumbres como el resto de los integrantes de la Tribu Yaqui.
Por ello, insistió en la necesidad de que el Gobierno del Estado les "otorgue la Titulación o la Carta de Asignación para contar con los servicios básicos ya que hay niños que requieren agua principalmente".
Aclaró que no son una comunidad conflictiva y "no somos golpeadores del Gobierno ni de ningún partido político, aunque es mucha la necesidad no nos prestamos a esas acciones".
Los integrantes de la Tribu Yaqui exigen al Gobierno del Estado regularizar la comunidad "Santísima Trinidad" en Hermosillo.
Esta población está asentada a 300 metros al Norte de la colonia Haciendas del Sur.
El representante de esta comunidad prioriza la falta de servicios públicos como agua y luz.
Además, refieren un trato discriminatorio por parte de autoridades por su condición de grupo vulnerable indígena.
Y peor aún:
Existe el temor de ser desalojados por la fuerza pública de la comunidad autonombrada "Santísima Trinidad".