Estrategia y Soluciones por Víctor G. Félix Félix
En la música regional mexicana se han desarrollado variedades musicales que exaltan el goce de la vida sin control y la cercanía siempre a la muerte, los narcocorridos como expresión musical mitifica una forma de vida donde abunda el dinero, mujeres, alcohol, drogas y una supuesta vida fácil de lujos y excesos, creando con ello una subcultura que ha venido ganando espacios dado la impunidad que ha prevalecido en delitos de alto impacto de la delincuencia organizada, lo que anima a un número mayor de ciudadanos a participar en la actividades ilícitas.
Una ganancia fácil, con una gran probabilidad de no ser castigado ha creado un mercado laboral donde simplemente se reemplazan los activos que caen y la expresión musical del corrido tumbado, el alterado y narcocorridos se vuelven una expresión popular y aspiracional de forma de vida.
En los narcocorridos podemos encontrar: los tipos de actividades delictivas, sus territorios, estructura, nombres, apodos de los mandos criminales, formas de operación de la organización, asimismo en la mayoría de éste tipo de canciones se publicita a los grupos y pandillas rivales, sus emblemas o insignias, las marcas de vehículos y tipos de armas, entre otros.
Los narcocorridos se han vuelto una nueva rama para la inteligencia anticrimen, ya que un análisis de sus letras, proveen información cuando narran las historias del narcotráfico y sus protagonistas.
El entorno operacional de las agencias policiales debe cambiar y adaptarse a la realidad imperante, hoy la subcultura del narcotráfico que promueve los corridos tumbados, alterados y narcocorridos no se resuelve con irrisorias multas a cantantes cuyas letras hacen apologías del delito, se resuelve con una política de seguridad basada en evidencias, que permita actuar a la ley y efectuar las operaciones de seguridad que abatan la impunidad, inhibiendo o desactivando células delincuenciales a partir de la información disponible y aquí ésta música tiene mucho que aportar al seguimiento, identificación y localización de células criminales.
No es combatiendo al cantante como se abatirá la violencia, la inteligencia policial tradicional basada en “amenazas” ya es bastante inconsistente, dado que el tentáculo criminal se esparce por todos lados, hoy se requiere una inteligencia estratégica, desde donde el Estado impone la ley y para ello lo primero que requiere es identificar procedimientos y modalidades de la acción criminal, la normalidad de sus relaciones y sus formas de gestión de la economía del crimen.
Avanzando en lo anterior estaremos del otro lado de la preservación de la paz social, la certeza jurídica y la protección de la inversión en el desarrollo de nuestra sociedad.
L.A.P. Víctor G. Félix Félix
Analista en Políticas Públicas
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