Cuando las empresas implementan políticas internas en materia de Primera Infancia, el ausentismo laboral disminuye por arriba al 30% y la rotación de trabajo se reduce hasta un 60%, de acuerdo con el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF).
Por: Ernesto Madrid
Lo anterior se dio a conocer durante el primer aniversario de la Red del Consejo Coordinador Empresarial (CCE) por la Primera Infancia que organizó el foro “Primera Infancia y Sostenibilidad”, en donde hicieron énfasis de la importancia de la inversión del sector empresarial en acciones para la atención a la niñez, su impacto en la estrategia para el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y avanzar en la Agenda 2030.
“La inversión en el desarrollo de las y los niños en la primera infancia constituye una prioridad en todos los países de cara al logro de los objetivos de la Agenda 2030 de las Naciones Unidas, es una manera rentable de impulsar la prosperidad compartida, fomentar el crecimiento económico incluyente, ampliar la igualdad de oportunidades y reducir la pobreza extrema” de acuerdo con el estudio Perry Preschool Project, que precisa que en Estados Unidos, la tasa de retorno de la inversión en los programas de primera infancia es hasta del 13.7% anual.
Karen Farías directora de Sostenibilidad y ASG de Grupo Coppel afirmó que “hoy los niños representan un tercio de la población mundial y observamos que las políticas empresariales y de inversión pocas veces los contemplan como una audiencia prioritaria”. Además, señaló que “intervenir en la primera infancia es prioridad para avanzar en la agenda 2030 y fortalecer los pilares ambientales, sociales y de gobernanza en los programas de cada empresa”.
Por su parte, Ricardo Bucio presidente del Centro Mexicano para la Filantropía (CEMEFI) lamentó que “tenemos mucha información y evidencia clara, de que la inversión en primera infancia es la que da más retornos económicos, sociales y humanos, y de que paradójicamente es el grupo de población más pobre y con más carencias”.
Expresó la relación entre sustentabilidad y la primera infancia como un elemento clave de esta y de cómo “ha ido cambiando el paradigma de la primera infancia desde las empresas: de mirarla como un obstáculo para la productividad, a verla como una responsabilidad solo privada y desde las prestaciones, a asumirla como parte de la sustentabilidad”.
Durante el mensaje de inauguración del Foro, el presidente del CCE, Francisco Cervantes, declaró que “una pieza clave para la sostenibilidad es visibilizar a las y los niños que, a lo largo de todo su desarrollo, requieren educación, salud, cuidado cariñoso y sensible, y atención socioemocional” y confirmó el compromiso del sector empresarial por evidenciar el impacto positivo de apostar por la primera infancia para la sociedad en general y para lograr el desarrollo sostenible del país.
A través de los cuatro programas que implementan los miembros de la Red CCE por la Primera Infancia -apoyo a la lactancia, paternidad corresponsable, cuidado infantil accesible y apoyo a la primera infancia en comunidades- “avanzan y llevan a cabo acciones para beneficiar a sus colaboradores, mamás, papás, cuidadores, familias y comunidades. Entre las iniciativas destacan la implementación de horarios flexibles para las mamás y papás, pláticas de sensibilización, talleres de masculinidades positivas, entre otros”, comentó Rocío Abud.
Coincidieron en que la inversión que realizan las empresas y organismos de la Red CCE por la Primera Infancia fortalecen el desarrollo óptimo de niñas y niños, inciden en la mejora del desempeño de sus colaboradores, en la reducción de ausentismo, en el incremento de la productividad y en una creciente motivación y compromiso, además de favorecer la reputación de la empresa y ayudarla a acceder a mercados con un alto nivel de conciencia social.
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