Investigadores de la Universidad de Michigan desarrollaron una tecnología para ayudar a los médicos clínicos a "ver" y trazar un mapa del dolor del paciente en tiempo real a través de anteojos de realidad aumentada.
La plataforma portátil CLARAi (clinical augmented reality and artificial intelligence) combina la visualización con datos del cerebro usando neuroimágenes para navegar por el cerebro del paciente mientras este se encuentra en la silla, se indicó en un boletín de prensa publicado el jueves en la página de la universidad.
En el estudio, los investigadores provocaron dolor administrando frío a los dientes y después usaron datos de dolor del cerebro para desarrollar algoritmos que, junto el nuevo software y el hardware de neuroimágenes, predicen el dolor o su ausencia en el 70 por ciento de las veces.
Los participantes usaron una gorra con sensores que detectaron los cambios en el flujo sanguíneo y la oxigenación, con lo que se midió la actividad y las respuestas del cerebro al dolor.
Con anteojos especiales de realidad aumentada, los investigadores vieron la actividad cerebral del sujeto en tiempo real en una plantilla reconstruida del cerebro, mientras los pacientes estaban sentados en la silla.
Los puntos rojos y azules de la imagen denotan ubicación y el nivel de actividad cerebral, y esta "firma de dolor" fue desplegada en espejo en la pantalla de realidad aumentada.
"Es muy difícil para nosotros medir y expresar el dolor, incluyendo su expectativa y la ansiedad vinculada con él", dijo Alex DaSilva, profesor asociado de la Facultad de Odontología de la Universidad de Michigan y director del Laboratorio de Esfuerzo de Dolor Orofacial y de Cabeza.
"En este momento tenemos un sistema de clasificación del uno al 10, pero esto está lejos de ser una medición del dolor confiable y objetiva", dijo.
La tecnología fue probada con 21 pacientes dentales voluntarios y se encuentra a años de distancia de ser usada ampliamente en un ambiente clínico, pero el estudio de viabilidad es un buen primer paso para los pacientes dentales, dijo DaSilva.
El estudio fue publicado en la revista Journal of Medical Internet Research.