Recientemente, en un experimento en el Hospital de Niños de Boston, bioingenieros usaron un catéter robótico para alcanzar una válvula con fugas dentro de un corazón de cerdo. El procedimiento es todavía más increíble si se tiene en cuenta que el dispositivo era completamente autónomo, navegando a través del corazón por sí solo y sin ayuda de la mano guía del cirujano.
Una nueva investigación publicada hoy en Science Robotics describe un catéter robótico capaz de moverse de manera autónoma dentro de un cuerpo vivo. En las pruebas, el dispositivo navegó a través de corazones de cerdos llenos de sangre y latiendo en busca de su objetivo: una válvula protésica con fugas. Una vez en la escena, un cirujano se hizo cargo de terminar la reparación. El investigador principal de este proyecto, el ingeniero Pierre Dupont, del Hospital Pediátrico de Boston, aseguró que este experimento de prueba sugiere que los robots quirúrgicos autónomos podrían usarse para procedimientos complejos, permitiendo que los cirujanos se centren en las tareas más difíciles.
Se trata de un procedimiento mínimamente invasivo que reduce las posibilidades de traumatismo e infección; riesgos asociados con la cirugía a corazón abierto. Actualmente, los catéteres robóticos se utilizan durante la cirugía cardíaca, pero no son autónomos, por lo que requieren que un cirujano manipule el dispositivo manualmente con algunos mandos. Además, un paciente generalmente requiere aproximadamente 30 minutos de exposición a rayos X durante el procedimiento, un paso que no agrada a nadie.
Algunos investigadores sugieren que, en media década, tendremos los primeros robots autónomos en cirugías en humanos.