El telescopio espacial Hubble capturó por primera vez la formación de una tormenta gigante en Neptuno, lo que da a los científicos idea del funcionamiento interno de los poco entendidos planetas gigantes de hielo.
El estudio publicado hoy en la revista Geophysical Research Letters mostró que uno de los grandes puntos oscuros de Neptuno, o tormenta gigante, se originó a un nivel mucho más profundo de la atmósfera de lo que se había pensado con anterioridad.
Científicos planetarios estadounidenses estaban analizando imágenes de un punto oscuro más pequeño que apareció en 2015 cuando descubrieron pequeñas nubes de blanco brillante en la región en donde apareció el gran punto oscuro de 2018.
Las nubes de gran altitud están compuestas por cristales de hielo de metano que muestran un blanco brillante. Los científicos consideran que las nubes de metano acompañan a los tormentas oscuras rondando sobre ellas como las nubes lenticulares cubren las montañas altas de la Tierra.
Los modelos computacionales de la atmósfera de Neptuno muestran que entre más profunda sea la tormenta, más brillantes son las nubes que la acompañan.
En otro estudio publicado hoy en la revista Astronomical Journal, los científicos dijeron que las nuevas tormentas surgen en Neptuno cada cuatro a seis años y pueden durar hasta seis años, aunque es más probable que sólo duren dos años.
Los nuevos hallazgos tienen implicaciones para el estudio de los exoplanetas de tamaño y composición similares.
Se han detectado seis sistemas de tormentas desde que los científicos fijaron su atención en Neptuno. La nave espacial Voyager 2 de la NASA identificó dos tormentas en 1989. Desde su lanzamiento en 1990, el Hubble ha visto otras cuatro tormentas.