Con una serie de cámaras instaladas en televisores o enchufes, casi 2000 personas fueron espiadas en distintos hoteles en Corea del Sur, en un caso que ha desatado todo un escándalo e innumerables protestas de la población.
Y pese a que la pornografía es un delito en el país asiático, videos y fotos de los agraviados circulan impunemente por internet.
"Las cámaras ocultas graban a mujeres, y a veces a hombres, quitándose la ropa, en el baño, en gimnasios y piscinas, o en probadores de tiendas. Los videos se publican en páginas pornográficas en Internet", explicó la corresponsal de la BBC en Seúl, Laura Bicker, en un reciente informe sobre el tema.
En el caso de los hoteles, las autoridades apresaron a 2 sujetos por supuestamente captar imágenes de unos 1600 huéspedes y vender el contenido en la red con ganancias de $6200. De resultar condenados, la pena máxima sería de 10 años de prisión y una multa de más o menos $26 645.
El delito se habría llevado a cabo con cámaras de lentes de un milímetro, colocadas en agosto pasado en cuartos de 30 hoteles en 10 ciudades del país, según indicó la policía a la BBC.