- Reducir la jornada laboral debe contemplar una implementación gradual, flexible y adecuada a las capacidades de cada sector productivo
El país enfrenta una marcada desaceleración económica, niveles altos de informalidad que superan el 54.5% de la población ocupada, y una baja productividad laboral, en comparación con otras economías de la OCDE, por lo que no es momento de decisiones unilaterales, ni de imposiciones políticas para reducir la jornada laboral sin acuerdos, advierte la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex).
Ernesto Madrid
En estados como Oaxaca, Chiapas y Guerrero, la informalidad alcanza niveles superiores al 75%. Impulsar una reforma de esta magnitud, sin atender previamente estos desafíos estructurales, puede provocar el efecto contrario al deseado: menos empleos formales y más cierres de empresas precisó.
Aclaró que cualquier propuesta para reducir la jornada laboral debe contemplar una implementación gradual, flexible y adecuada a las capacidades de cada sector productivo. Además, se deben establecer excepciones razonables para actividades específicas, que por su naturaleza requieren esquemas distintos, con el fin de evitar impactos negativos que puedan traducirse en pérdida de empleos o aumento en la informalidad.
“No atender esta realidad sería ignorar las condiciones de millones de negocios que operan al límite y sostienen gran parte del empleo nacional” ya que impulsar una reducción de horas laborales sin incentivos a la productividad, podría llevar a un deterioro en el empleo formal destacó el organismo empresarial.
Por lo anterior dejo en claro que, es tiempo de construir acuerdos que garanticen el equilibrio entre productividad, mejoras en las condiciones laborales y viabilidad empresarial ya que un cambio profundo no puede llevarse a cabo sin un auténtico diálogo social tripartito.
“Las decisiones en materia laboral deben surgir del consenso entre trabajadores, empresarios y gobierno. Es indispensable transitar de las declaraciones a las soluciones, poniendo al centro el bienestar de las personas, sin desatender la viabilidad económica ni el crecimiento sostenido”.
@JErnestoMadrid