- García Luna es el estratega de la seguridad que dicta las tácticas a Harfuch
El próximo secretario de Seguridad Ciudadana del gobierno de la presidente electa Claudia Sheinbaum, Omar García Harfuch siempre ha mantenido comunicación con Genaro García Luna a través de su esposa, Linda Cristina Pereyra, quien se encargaba de pasarle el teléfono al expolicía federal para crearle a ‘su alumno’ toda la estrategia de seguridad, primero para la CDMX, y a partir del primero de octubre, en todo el país.
Ernesto Madrid
De acuerdo con fuentes hacía el interior de Palacio Nacional, en la reunión que sostuvo López Obrador con García Harfuch el pasado seis de agosto, el presidente le confesó a Harfuch tener conocimiento de que mantenía comunicación telefónica con Genaro García Luna, quién no lo negó, por el contrario, le explicó que gracias a los consejos de su exjefe es que había mantenido en paz la Ciudad de México.
Lo interesante del tema es que García Luna fue el blanco que utilizó Obrador para atizar los golpes políticos en contra del expresidente Felipe Calderón Hinojosa a quién jamás ha perdonado por haberle quitado la presidencia en 2006, pero mantuvo bajo reserva referirse a García Harfuch quien fue mencionado por diversos medios de comunicación, como uno de los responsables de la desaparición de los jóvenes estudiantes de la escuela rural Isidro Burgos, en Ayotzinapa, Guerrero.
De hecho, a las pocas semanas de que asumiera Omar García Harfuch como secretario de Seguridad Ciudadana en el gobierno de Claudia Sheinbaum, aquel 4 de octubre de 2019, López Obrador se enteró, a través del general Audomaro Martínez Zapata, director del Centro Nacional de Inteligencia, y de Ernestina Godoy Ramos, exfiscal de la CDMX, que éste tenía comunicación telefónica constante con Genaro García Luna.
Lo anterior fue revelado en la intimidad del despacho presidencial, donde AMLO se reunió con García Harfuch quién aprovecho para mostrarle documentos sobre los puntos donde están los laboratorios de fentanilo, de acuerdo con la fuente en cuestión y le confirmó que los narco-laboratorios de fentanilo están en los bancos del Bienestar que no han sido terminados.
Por eso, no es casual que, al día siguiente de la reunión, López Orador haya dicho en su mañanera que “el secretario de seguridad en la ciudad de México sabe la estrategia que sigue, la idea de atender las causas bajo el principio de que la paz es fruto de la justicia”.
García Harfuch ha defendido siempre la polémica estrategia de seguridad del líder del Ejecutivo de “abrazos no balazos” y reconocido de haber aplicado una política similar en la capital del país y estar de acuerdo con que “no haya violencia desmedida”.
García Luna, preso desde 2019 por sus vínculos con el cartel de Sinaloa, en el Centro de Detención Metropolitana de Brooklyn, Nueva York y la detención de “El Mayo”, que podría traer implicaciones para la administración de la 4T que concluye sobre todo por las implicaciones del gobernador de Sinaloa, Rubén Rocha Moya, que no es sólo muy cercano al Presidente sino también, como se ha referido en los medios y diversas investigaciones, era el enlace con Zambada en temas electorales pone en entredicho lo que será el séptimo año de AMLO.
Por qué, además, la caída de la fiscal general de Sinaloa, Sara Bruna, por manipular los datos del asesinato del exrector y diputado federal electo, Héctor Melesio Cuén, lo pone en ‘jaque’ la Fiscalía General de la República y la ruptura de Rocha Moya con el gobierno federal, para sacudirse las sospechas.