La Defensa Civil del estado brasileño de Minas Gerais (sureste de Brasil) elevó hoy a 209 el número de muertos por el rompimiento de una represa de residuos mineros el pasado 25 de enero en el municipio de Brumadinho, mientras que 97 personas siguen desaparecidas.
Según el último balance de la Defensa Civil, se trata de la primera vez desde que ocurrió la tragedia que el número de desaparecidos baja de los cien, aunque se descartó por completo encontrar más supervivientes.
Las tareas de rescate siguen, casi dos meses después, con la presencia de 144 militares, acompañados de helicópteros y máquinas excavadoras para encontrar más cadáveres entre el barro, que en algunos casos supera la decena de metros.
Desde el momento de la tragedia, 395 personas de las que inicialmente no se tenían noticias fueron localizadas.
La catástrofe ocurrió el pasado 25 de enero en Brumadinho (Minas Gerais), cuando un depósito de residuos mineros de Vale se rompió y provocó una alud de barro y lodo que arrasó una extensión de varios kilómetros a su alrededor y se llevó por delante las dependencias administrativas de la compañía, el comedor y una comunidad cercana.
La tragedia se produjo tres años después de que un depósito que compartían Samarco, una filial de Vale, y la angloaustraliana BHP se rompiera en Mariana, a pocos kilómetros de distancia, y provocara 19 muertos y la peor catástrofe ambiental de la historia de Brasil, con 63 millones de metros cúbicos de barro y lodo vertidos.
Vale es una de las mayores empresas de Brasil y es la mayor productora y exportadora de hierro del mundo.