La palabra de los pueblos indígenas de México resonará más veces y con mayor fuerza gracias a un nuevo acuerdo entre la LXIV Legislatura de la Cámara de Diputados y la Secretaría de Cultura federal. La iniciativa “Las lenguas toman la tribuna” ampliará a los jueves -además de los martes- la participación de los hablantes en lengua indígena en el inicio de las sesiones ordinarias de este recinto parlamentario.
Este proyecto forma parte de las actividades celebratorias por el Año Internacional de las Lenguas Indígenas y de la campaña permanente a nivel nacional “No hay lengua sin pueblos”.
Desde su arranque, el 21 de febrero, Día Internacional de la Lengua Materna, los legisladores han escuchado las participaciones de la abogada náhuatl Magdalena Flores de la Cruz, la lingüista y activista oaxaqueña Yásnaya Aguilar y el poeta y comunicador totonaco Manuel Espinosa Sainos.
El encargado de abrir la sesión de este martes 12 de marzo fue el historiador y lingüista Víctor Cata, quien recordó cuando en su infancia uno de sus tíos les prohibió a él y a los niños de su casa hablar el idioma materno: el zapoteco, porque no servía para nada. “Apréndanse el español y podrán caminar por el mundo sin renquear”, les dijo.
El lingüista proveniente del municipio de Juchitán, en Oaxaca, egresado de la carrera de Historia de la UNAM y maestro en Lingüística por el Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social (CIESAS) se refirió a las políticas de desplazamiento de las lenguas indígenas frente al español.
“El zapoteco lo usé con toda libertad detrás de la casa y en los callejones con los vecinos; también cuando visitaba a mi abuela materna que vivía al sur, detrás del río. Ella no hablaba español y además no tenía parientes que estuvieran sublimados por este idioma”, refirió el también traductor en tribuna.
Agregó que estas políticas lingüísticas confrontadas lo orillaron a dudar entre hablar y no hablar el diidxazá, en español “el idioma de las nubes”. “En este suspenso me volví bilingüe y literalmente me partí en dos. La impronta de aquellos días me señala hasta la fecha qué idioma usar con mis parientes. Con los Vásquez uso el español y con los Castillejos el zapoteco”.
La labor de Víctor Cata también contempla la traducción de fragmentos de las obras de Esopo, Juan Rulfo, León Tolstói, Miguel de Cervantes y diversos autores de la literatura mexicana contemporánea. Es, además, autor del libro de cuentos en zapoteco Nácasinu diidxa’ (Solo somos memoria).
Fue acreedor a la Medalla Andrés Henestrosa por la defensa de la lengua y la cultura zapoteca. Y colaborador con la doctora Gabriela Pérez Báez en la documentación del zapoteco en el Instituto Smithsoniano, en Washington, Estados Unidos.