La ola de violencia en nuestro país sigue siendo un detonante, un obstáculo y un dique en el camino de la construcción de la paz que pretende la cuarta transformación que impulsa el presidente Andrés Manuel López Obrador, pero rezar, como convoca la iglesia de México para las jornadas de oración ayudan, para abonar a los abrazos y no a los balazos ya que se trata de deponer su actitud, deponer las armas y es la vía para perdonar y reconstruir la paz, dijo el presidente.
Por: Ernesto Madrid
Al menos es por lo pronto un factor más que se suma a la estrategia presidencial para enfrentar la violencia por la que atraviesa el país, no obstante, hay que agregar otros ingredientes que son muy necesarios en este andar de pacificar al país y son precisamente las acciones que de acuerdo al mandatario federal se han emprendido.
La construcción de la paz requiere de muchas acciones, “tiene que ver con lograr una sociedad mejor, que es el combate a la pobreza, el combate a la desigualdad, el combate a la corrupción, a la impunidad y muchas otras cosas que hacen falta”, dijo López Obrador y que por supuesto se suman las acciones que resalto en su informe a cuatro años de gobierno.
Hablamos de los 25 millones de familias reciben apoyos; 11 millones de estudiantes que tienen becas; 2 millones de personas se ha capacitado para trabajar; 450 mil campesinos que siembran árboles en un millón de hectáreas y se contribuye que la eliminación de aranceles para la importación de productos básicos para que la gente tenga acceso a ellos, que aunque es un paliativo, abona en la reconstrucción de la paz.
También nos referimos a los ahorros de 800 mmdp, tan solo por no permitir la corrupción que antes con gobiernos neoliberales y funcionarios conservadores, no se podría lograr ya que la gente sencillamente no pagaba impuestos porque sabía que era para enriquecer a los políticos, que se daban la gran vida.
Ahora, la iglesia católica que suma casi cien millones de feligreses en México señala que “Los asesinatos y desapariciones que diariamente se cometen en el país son un llamado de Dios a unirnos para pedir por la paz”, de acuerdo al comunicado la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), la Conferencia de Superiores Mayores de Religiosos de México y la Provincia Mexicana de la Compañía de Jesús, invitando a hacer memoria de los hombres y mujeres que han dado su vida por el pueblo de Dios en las misas del próximo 10 de julio.
Este documento lo firma también el obispo de Cuernavaca Ramón Castro que en días pasados dijo que la estrategia del presidente López Obrador es demagogia y hasta complicidad; la estrategia no funciona y hay que revisarla, destaco.
Ahora de acuerdo con el comunicado católico “la sangre derramada de estos hermanos y hermanas es la sangre de Jesús que cae a la tierra para hacerla fértil y emprender un camino por la paz”. Lo anterior fue celebrado por el presidente de México al señalar que es distinto porque se trata del pensamiento más cercano a lo que el papa Francisco dijo, “no es querer enfrentar la violencia con la violencia, no es tener posturas fascistoides, de eliminar de la ley del talión, de el que a hierro mata a hierro muere esto es muy importante porque es el perdón, nosotros no tenemos ninguna negociación -con el crimen organizado-, lo que importa es el humanismo que es la esencia del cristianismo”, remató.