No sabemos cuál es la apuesta de la mayoría del Congreso de la Ciudad de México obligando al personal de honorarios acudir a firmar contratos cada mes a las oficinas de Gante número 15, en el mero centro de la capital, arriesgando con ello la salud de casi mil 250 trabajadores, incluyendo mayores de 60 años, con enfermedades preexistentes y embarazadas, es decir, de alto riesgo.
Antes, los contratos se firmaban cada seis meses.
El problema es mayor pues el personal es obligado a formarse en la calle de Gante y luego abordar elevadores para aglomerarse en los salones para firma de contratos y luego de recibos. El colmo es que hasta el mismo personal administrativo no se coloca el cubrebocas y con ello aumenta el riesgo de contagio para ellos y quienes acuden a firmar.
Tal vez creen que algunos no irán a firmar y se ahorrarán esa nómina.