- La mayoría de los actos de corrupción listados entre 2018 y 2024 han quedado en total impunidad
Los casos de corrupción ocurridos en el sexenio del expresidente Enrique Peña Nieto y del exmandatario Andrés Manuel López Obrador, son sorprendentemente similares lo que se puede entender cómo, viejos modos, nuevos rostros, como son: sobornos, moches y enriquecimiento ilícito; desvío de recursos públicos; corrupción electoral; conflicto de interés; abuso de la ley y, justicia discrecional.
Ernesto Madrid
“Los moches, o sea, la apropiación de un porcentaje de la nómina de los servidores públicos por parte de sus superiores como fueron los ocurridos con Delfina Gómez hoy gobernadora del Estado de México y Rocío García Pérez, directora del DIF” es sólo un ejemplo de la corrupción que prevaleció y que se advierte, continuará en el segundo piso de la cuarta transformación.
De acuerdo con un análisis realizado por el organismo, Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI), el desvío de recursos cuyo ejemplo emblemático fue el de Segalmex con 16 mil millones de pesos, refleja lo que ha resultado con el proyecto de la cuarta transformación.
Los gastos no aclarados de las tres obras insignia de López Obrador: Dos Bocas, Tren Maya y AIFA se suman a esta red de complicidades, conflictos de intereses y de un ‘clan’ de los hijos del exmandatario mexicano que no “sabemos en qué se gastaron uno de cada cuatro pesos”.
A lo anterior se suma, el uso electoral de los programas sociales, junto con su opacidad e invisibilidad de los padrones en donde, fue evidente, el 81% de contratos por adjudicación directa, la corrupción inmobiliaria en la Ciudad de México, las revelaciones de Guacamayaleaks, La Casa Gris; la “desaparición de los desaparecidos” de la Comisión Nacional de Búsqueda y los ventiladores del hijo de Bartlett que son solo algunos de los casos más emblemáticos que, además, perjudicaron a las finanzas del país.
En el contexto, cabe resalta que, el 9 de diciembre se conmemoró el Día Internacional Contra la Corrupción y, en los últimos datos de Transparencia Internacional, resulta que más que avances lo que se ha producido en el mundo son retrocesos en donde, la mayoría de los países ha descendido en la medición o se encuentran estancados, como es el caso de México.
“El promedio de los 180 países es de sólo 43 puntos. México alcanza la vergonzosa calificación de 31 sobre 100, por debajo de la media. Se coloca en el número 126 del ranking. Estamos entre aquellas naciones en las que la corrupción persiste en los mismos niveles que hace seis años a pesar de que el gobierno anterior declaró en múltiples ocasiones que “la corrupción se erradicó”, concluye el análisis de MCCI.
De hecho, la novedad del reporte de Transparencia Internacional es que revela una estrecha relación entre la corrupción y la ausencia o politización de la justicia, ya que la mayoría de los actos de corrupción listados en el nuevo sexenario de la corrupción (2018-224) lo que revelan es que todos los casos de corrupción evidenciados han quedado en total impunidad e incluso, se premió y se sigue premiando, con otros cargos a los presuntos culpables.
Es el caso del exgobernador de Chiapas, Rutilio Escandón Cadenas, como nuevo cónsul general de México en Miami, Estados Unidos, pese a su cuestionada gestión como mandatario estatal, donde la violencia además creció y propuesto por la presidenta Claudia Sheinbaum este jueves. Y/o de Cuitláhuac García ex gobernador de Veracruz, que dijo la mandataria “no se preocupen, se va a ir a trabajar conmigo (…) en un área estratégica del Gobierno Federal”.
Así que no, no se ha “cortado de tajo con la corrupción en el Poder Ejecutivo”, la corrupción y la impunidad persisten en sus viejas y nuevas formas y la voluntad, si es que la hubo, no alcanzó para frenarlos y lo que tenemos en realidad, son nuevos beneficiarios y todo indica, que así será, en el segundo piso de la cuarta transformación, que como en épocas pasadas, seguirán surgiendo, nuevos funcionarios ricos.
@JErnestoMadrid