*La revista British Medical Journal publicó un estudio elaborado por Melisa Institute en colaboración con las universidades de Chile, Estados Unidos y México.
*De acuerdo con evidencias científicas, un mejor entorno social a favor de la mujer en materia de salud reduce el índice de mortalidad materno-infantil.
Los estados de la República que tienen leyes que defienden el derecho a la vida desde su inicio en la gestación registran bajas tasas de mortalidad materna frente a los estados con leyes más permisivas al aborto, establece el estudio internacional publicado por el British Medical Journal (BMJ), elaborado por el Instituto Melisa, en colaboración con universidades de Estados Unidos, México y Chile.
Ernesto Madrid
De acuerdo con el estudio dirigido por el Dr. Elard Koch, epidemiólogo chileno, sólo las legislaciones menos permisivas a la terminación del embarazo y la generación de políticas públicas en materia de salud materna garantizan una protección integral y reforzada de la mujer embarazada y la niña o niño por nacer, antes, durante y después del parto.
De acuerdo con el especialista, basado en evidencias científicas citadas en esta revista de elevado prestigio en la comunidad médica internacional, los factores que propician una reducción de los índices de mortalidad son: mayor acceso a los servicios de educación, aumento de los servicios de salud básicos como alcantarillado y drenaje; incremento de atención prioritaria a problemas de salud materna, así como el cuidado prenatal con el número de consultas medicas mínimo-necesarias.
También, cita el Estudio Melisa, como variables a favor de la salud materna e infantil está la atención profesional del parto en instituciones de salud, acceso oportuno a cuidados obstétricos de emergencia y cuidados para embarazos de alto riesgo.
El estudio, conducido por el MELISA Institute y en el que participó un panel internacional de investigadores, comparó un indicador estándar de salud materna conocido como razón de mortalidad materna (RMM) en estados con legislaciones menos permisivas contra las entidades más permisivas, durante un período de 10 años, entre 2002 y 2011, estudio que se mantiene vigente.
De acuerdo a Monique Chireau, ginecóloga y epidemióloga de la Universidad de Duke: “la diversidad de las legislaciones del aborto y la disponibilidad de estadísticas vitales virtualmente completas en cada estado mexicano permitió un experimento natural único para evaluar si la población expuesta a leyes menos permisivas de aborto, exhibía mayor RMM. Los datos mostraron exactamente lo contrario.”
Chireau puntualizó que un importante avance metodológico en el estudio mexicano fue la capacidad de identificar y separar muertes por abortos de causa desconocida o sospechosos de ser ilegales.
Para John Thorp, ginecólogo e investigador de la Universidad de North Carolina en Chapel Hill, los resultados no son del todo inesperados. Ya en otro experimento natural conducido en Chile y publicado en la revista científica PLoS ONE, la reducción de la mortalidad materna continuó inalterada aún después de la restricción legal del aborto en ese país.
Respecto a la metodología y evaluación del estudio, los autores evaluaron la influencia de otras 10 variables sobre la RMM en cada estado de la República, (acceso a agua potable, cobertura de alcantarillado, tasa global de fecundidad, uso de anticonceptivos, atención profesional del parto, tasa de bajo peso al nacer, alfabetización femenina, razón de hospitalización por todo tipo de aborto y porcentaje de violencia contra la mujer).
Estas variables, explicaron, en conjunto, casi el 90% de las diferencias de mortalidad observadas en el estudio. De acuerdo con Joseph Stanford, médico e investigador de la Universidad de Utah, el acceso al control prenatal, la atención profesional del parto y los cuidados obstétricos de emergencia son factores clave para reducir las muertes maternas.
Los estados mexicanos con leyes menos permisivas “exhibieron un perfil más favorable sobre la mayoría de los indicadores relacionados con estos servicios básicos de salud materna” resaltó Stanford.
De la investigación realizada por Melisa Institute, destaca el caso de la ahora Ciudad de México, antes Distrito Federal, donde desde 2007 tiene una de las leyes más permisivas de aborto y que exhibe uno de los más altos índices de mortalidad materna. También es el estado con mayor violencia de la pareja contra la mujer.
Así, para el epidemiólogo Elard Koch, autor principal de la investigación, una correlación epidemiológica no necesariamente implica causalidad. En este estudio “las diferencias de mortalidad parecen explicarse por otras variables que impactan directamente la salud materna, la mayoría de ellas mejor distribuidas en varios estados mexicanos con leyes más favorables para el no nacido” aclaró Koch.