- El nearshoring enfrenta deficiencias en infraestructura local y las políticas comerciales de Estados Unidos
Mientras en el senado de la República se pelean por la “supremacía constitucional” a lo que se suma el desacato de la presidenta a retira del Diario Oficial de la Federación (DOF) la publicación de la Reforma Judicial, que porque el documento tiene un código QR que no lleva a ningún lado, ni abre alguna página o documento, los matices de crecimiento se siguen deteriorando y la deuda pública, se advierte como un freno para las fianzas.
Ernesto Madrid
El Fondo Monetario Internacional (FMI) predispone que la perspectiva de deuda global podría ser peor de lo que parece y alcanzaría este año 93% del PIB global y se acercaría a 100% hacia 2030, donde México no es la excepción ya que, en este caso, revisó al alza sus expectativas para la deuda bruta, como porcentaje del PIB en 2.1pp y 2.5pp para 2024 y 2025, respectivamente, al tiempo que ahora anticipa menor crecimiento económico al pasar de 2.4% y 1.4% a 1.5% y 1.3%, entre 2024 y 2025.
Lo anterior implica, menores márgenes de maniobra para la administración del segundo piso de la Cuarta Transformación, respecto al manejo de finanzas públicas aunado a que, en meses recientes han surgido dudas respecto de la trayectoria de consolidación fiscal propuesta por la SHCP ya que el ajuste fiscal provendría (en ausencia de una reforma fiscal) de recortes al gasto, lo cual, es considerado por los especialistas, poco factible ya que buena parte del gasto público está bajo presión por cuestiones demográficas y compromisos legales y políticos.
Por si fuera poco, la llegada de empresas extranjeras a México mediante el nearshoring continuará presentando retos a largo plazo debido a deficiencias en infraestructura local y a las políticas comerciales emergentes en Estados Unidos, de acuerdo con Moody´s Analytic en donde destaca que las compañías extranjeras se ven afectadas por la falta de conectividad terrestre y tecnológica en el país, lo que compromete sus operaciones futuras.
Además, la posibilidad de que surjan nuevas políticas proteccionistas en Estados Unidos podría complicar la atracción de más inversiones, sin importar el resultado de las elecciones presidenciales del 5 de noviembre, en donde, aunque los mercados favorezcan a Trump, la realidad es que hay un empate al cierre de las encuestas solo que en cualquiera de los dos que triunfe, implicará presiones para México.
En su reporte “Nearshoring en México: el siguiente capítulo”, advierte que las políticas comerciales más estrictas en Estados Unidos podrían convertirse en otro obstáculo para el nearshoring. La preocupación de que México actúe como un conducto para las exportaciones chinas ha ganado relevancia tanto en los sectores demócratas como republicanos.
Pero China dice que lo que quiere es seguir instalando plantas automotrices en México como lo anunció el Grupo Chery (Chirey) que dijo, ya tiene identificados 15 proveedores internacionales para instalar su planta de manufactura y el centro de investigación en México, y no quita “el dedo del renglón” de vender vehículos y compartir patentes en Estados Unidos en el futuro, pese a que el secretario de Economía Marcelo Ebrard diga lo contrario y en Estados Unidos se opongan.
Lo cierto es que el escenario de las finanzas públicas en México advierte una perspectiva, sobre todo, por el reciente deterioro de las finanzas públicas que, enfrentará mayores riesgos en la medida en que se materialice un menor crecimiento económico, y que prevalezca un nivel de incertidumbre política y económica elevado a nivel global.
Lo anterior podría resultar en menores ingresos fiscales, lo que pondría presiones adicionales a la ruta de consolidación fiscal necesaria y cautela por parte de los inversionistas, sobre todo, extranjeros en el marco de la relocalización que podría apuntalar o deteriorar, el crecimiento económico en México.