- Bertha Gómez Castro dirigirá la Subsecretaría de Egresos de la dependencia
El reto de que la Secretaría de Hacienda tendrá que hacer ‘un tejido fino’ si se quiere ofrecer el próximo 15 de noviembre un Paquete Económico convincente para las calificadoras, la dependencia actualizó sus proyecciones y calcula que la deuda pública se ubicará en 49.7% del PIB al concluir 2024, lo que implica su nivel más alto en cuatro años.
Ernesto Madrid
Sin duda, los gastos onerosos que realizó la 4T para conseguir ‘todo el poder’ con la sobrerrepresentación, para lograr su llamado Plan C y controlar, el Poder Judicial que de acuerdo con las voces que se han manifestado, afectará la democracia de México y como consecuencia, la certidumbre del país para atraer inversiones, fueron los factores que impactaron.
Ante esto, en su reporte de finanzas públicas y deuda pública a julio de 2024, la secretaría de Hacienda precisó que, al cierre de julio pasado, la deuda neta del Sector Público Federal se situó en 16 billones 405 mil 182.7 millones de pesos un aumento de 2.9 puntos porcentuales del PIB, comparado con el cierre del año pasado de 46.8%.
El saldo ascendió a 16 billones 305 mil 239.7 millones de pesos (mdp) al cierre de julio, con lo que al cierre del año representará 50.2% del PIB, el nivel más alto de los últimos 24 años, excluyendo el año de 2022 cuando registró el mismo porcentaje.
Por estos factores las calificadoras como Moody’s y Fitch Ratings coloca la calificación de la deuda en un escalón arriba de la frontera de los activos especulativos y señalan que la actualización de las evaluaciones de la deuda del país dependerá del Plan Económico que presente la nueva administración, con énfasis en los balances fiscales y en el efecto que tenga el plan para Pemex en las finanzas públicas. Aunque también pondrán atención al impacto global de las reformas en el ambiente económico.
Por eso, no es casual que la presidente electa, Claudia Sheinbaum le apueste por una inversión privada equitativa en energía, apoyando a Pemex en medio de su deuda y desafíos de producción para fomentar la inversión privada en el sector energético, subrayando que cualquier esquema debe ser justo y equitativo, especialmente para empresas estatales como la petrolera mexicana.
Incluso ha dejado en claro su compromiso de mantener las finanzas de Petróleos Mexicanos y la Comisión Federal de Electricidad “fuertes y sanas”, en el entendido de que estas inversiones privadas en sectores tan estratégicos, no solo generen beneficios económicos, sino que también fortalezcan la soberanía energética de México.
Sin duda, su subsecretaría de egresos, nombrada por Sheinbaum Pardo este jueves, Bertha Gómez Castro, es una señala clara de que desde Hacienda y la secretaría de Energía, se tendrá el control de estas dos dependencias, apoyado en el nuevo director de Pemex Víctor Rodríguez Padilla experto en economía de la energía que jugará un papel crucial en esta transición.
El esquema que pretende Sheinbaum para la reactivación de asociaciones entre Pemex y empresas privadas es similares a los ‘farmouts’ establecidos durante la reforma energética de 2013-2014, que fueron suspendidos por la administración actual, pero que, sin duda, las colaboraciones con el sector privado reflejan un cambio estratégico significativo en la política energética del país.