Fueron ocho días después del accidente en la mina de carbón en el municipio de Sabinas, Coahuila; fue, desde 2002 cuando se escucho por primera vez que iban a enviar perros y buzos para rescatar a mineros en una mina de carbón; fueron 20 años después que el gobierno -dijo- estaba preparado; fue ahora -el 3 de agosto- que los agarro de sorpresa y 10 días después, la secretaría de Economía reaccionó anunciado la suspensión de obras y trabajos a 10 mineras.
Por: Ernesto Madrid
La realidad es que ya estaban advertidos con el simple hecho de haber echado un ojo a los registros de la asociación civil Pasta de Conchos que había advertido de 310 accidentes en las últimas décadas en minas de carbón donde han muerto al menos 3 mil 103 personas, la pregunta es ¿falto tacto en la burocracia del gobierno? ¿se olvidaron de estos acontecimientos con claros antecedentes? ¿están más preocupados por la tensión de la política energética de México con Estados Unidos y Canadá? Que por cierto hoy inician las conversaciones.
En el fondo, la realidad queda clara: falta de seguridad en las minas, por negligencia de las autoridades que conllevan a lo que se podría decir que detrás hay un delito de trata de personas por trabajadores que son sometidos a trabajos forzados con unos guantes, un casco y unas botas que ‘aguanten’, sin seguro, sin prestaciones y con 150 pesos por cada dos trabajadores que saquen una tonelada de carbón de las entrañas de la tierra.
Un testimonio consigna la realidad, la de Jorge Luis Martínez, ‘El Loco’, un minero que escapó a toda velocidad por un túnel hundido a 60 metros en las entrañas de Sabinas mientras le gritaba a su compañero: “¡Ahí viene el agua, córrele!”, después, la tragedia, cinco lograron escapar, diez se encuentran enterrados a 60 metros bajo tierra y agua, que evidencio la negligencia y quizás corrupción burocrática.
Y diez días después vino la reacción protocolaria de la secretaría de Economía que encabeza Tatiana Clouthier: “La Dirección General de Minas de la Secretaría de Economía suspendió provisionalmente las obras y trabajos en 10 concesiones mineras, el pasado 11 de agosto, hasta que los patrones o representantes de cada uno de los centros de trabajo acrediten el cumplimiento de las medidas dictadas en cada uno de los respectivos expedientes luego de las inspecciones que realizó la Secretaría de Trabajo y Previsión Social (STPS)”.
Lo curioso del caso es que en escueto comunicado precisa que ninguna de las concesiones corresponde con la de “Las Conchitas Fracc. Norte” número de título 221087, propiedad de CIA MINERA EL PINABETE, S.A. DE C.V. donde fue el accidente. Y más curioso resulta que señala que la “Dirección General de Minas fue informada por la Secretaría de Trabajo y Previsión Social, el pasado 9 de agosto, sobre la existencia de un oficio del 9 de diciembre de 2021, que solicitaba al director general de Minas de ese entonces, proceder con la suspensión provisional de obras y trabajos de los lotes mineros: 219392, 198194, 224555, 216996, 219420, 240825-240826, 219355, 219316, 243787 y 233958”.
La duda es, ¿porqué entonces hasta ahora -luego del accidente- se pusieron a trabajar? ¿Por qué hasta ahora dan a conocer esta información y se deslindan de toda responsabilidad ‘aventando la bolita’ a la secretaría del Trabajo?
Lo anterior en razón de que en el documento expresan, “no figuraba la propiedad CIA MINERA EL PINABETE, S.A. DE C.V. y por lo que, el entonces director general de Minas no procedió con la suspensión provisional de las obras y trabajos, al argumentar que la información de la STPS sobre las 10 concesiones mencionadas previamente, no coincidía con los datos registrales en poder de la Dirección General de Minas” y anunciando “ésta y otras posibles irregularidades, -se ha dado vista al Órgano Interno de Control en la Secretaria de Economía-, con el propósito de que se investigue y, en su caso, finquen las responsabilidades correspondientes, y qué -en apariencia- se dio la salida del director general de Minas y el director de Revisión de Obligaciones en junio pasado”.
Pero la secretaría de Economía se justificó al señalar que “ha estado presente en las instalaciones del El Pinabete en todo momento a través del Servicio Geológico Mexicano con dos de sus geólogos, así como un doctor de la Universidad Autónoma de Nuevo León con especialidad en hidrogeología”.