Hombres armados irrumpieron en un salón de fiestas en el sureste de México el viernes y abrieron fuego, matando al menos a 13 personas, reportaron las autoridades.
Los atacantes allanaron una fiesta familiar en la ciudad de Minatitlán, en el estado mexicano de Veracruz. Seis hombres, cinco mujeres y un niño murieron y otros cuatro resultaron heridos, aclaró el departamento de seguridad pública del estado.
En medio del fuego perdió la vida Santiago, un pequeño de apenas un año a quien su padre, de 45, intentó proteger de las balas. Tanto él como el niño murieron en el lugar.
El alcalde de Minatitlán, Nicolás Reyes Álvarez, describió el ataque como una "tragedia que desgarra el alma" y un incidente que "lamenta profundamente".
De paso llamó a los funcionarios estatales y federales para investigar el tiroteo "para que no queden impunes de ninguna manera". Detrás del ataque estarían viejas disputas entre los carteles de los Zetas y Jalisco Nueva Generación.
Los disparos masivos del viernes en Minatitlán se producen apenas un par de días antes de que el presidente Andrés Manuel López Obrador tenga previsto viajar al estado de Veracruz para una visita oficial.
Reyes Álvarez anticipó que planea pedirle a López Obrador que incremente las fuerzas de seguridad y, si es posible, asigne a la Guardia Nacional de México para patrullar la ciudad, actualmente azotada por disputas entre carteles relativas al narcotráfico y al crimen organizado. Minatitlán también canceló un evento público que duró un fin de semana para conmemorar la Semana Santa.
Minatitlán está unos 507 kilómetros al sureste de la Ciudad de México. El tiroteo tuvo lugar cerca de una de las seis refinerías de petróleo operadas por Petróleos Mexicanos, o Pemex, la compañía petrolera estatal del país.