Un equipo de científicos chinos ha diseñado un método para convertir residuos agrícolas en combustible de avión de alta densidad, lo que podría reducir las emisiones de dióxido de carbono de la industria de la aviación.
Investigadores del Instituto de Física Química de Dalian subordinado a la Academia de Ciencias de China, utilizan celulosa, un importante componente de los desechos agrícolas y forestales, como materia prima para producir un tipo de compuesto de policicloalqueno.
Este compuesto se caracteriza por tener un punto de congelación inferior y una densidad más alta en comparación con los combustibles de avión convencionales. Puede ser utilizado como una alternativa a los combustibles de alta densidad existentes o como aditivo para mejorar la eficiencia de otros combustibles.
El biocombustible está derivado de la biomasa y tiene una densidad superior, gracias a lo cual los aviones pueden volar más lejos y llevar más carga que los que usan combustibles convencionales. Esto haría que disminuya el número de vuelos, y de ese modo que se reduzcan las emisiones de dióxido de carbono, de acuerdo con los investigadores.
La investigación proporciona una nueva estrategia para la producción de combustibles de aviación avanzados a base de celulosa. El equipo de investigación sigue trabajando para mejorar el producto, el cual estaría listo para su comercialización dentro de tres a cinco años.
La investigación fue publicada en la revista Joule.