Con la presión del aumento en precios de productos básico como jitomate, loncherías, fondas, torterías y taquerías, cebolla, tortilla de maíz y electricidad, el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) registró una variación anual de 8.7 por ciento en septiembre, un máximo de 21 años y 19 meses consecutivos por encima del rango objetivo fijado por el Banco de México del 3%.
Por: Ernesto Madrid
En septiembre creció 0.62% por arriba del rango de los analistas y de la Encuesta Citibanamex de Expectativas de 0.66%, pero la realidad es que la inflación general y subyacente se encuentran por arriba del límite superior de 4% de Banxico desde marzo de 2021 con base en los datos del Instituto Nacional de Geografía y Estadística (Inegi).
Vale agregar que el INPC si bien disminuyó en cifras desestacionalizadas, lo que sugiere que las presiones podrían estar comenzando a estabilizarse, pero no es así, y fue lo que el presidente Andrés Manuel López Obrador festejo al señalar que este es “un tope” en la inflación que posteriormente comenzará a disminuir, pero la realidad es otra.
Alfredo Coutiño, director de Moody’s Analytics, comentó en su cuenta de Twitter que “No hay que descartar euforia prematura en Banxico. La inflación estructural continúa bajo presión y la corrección del peso aún no ha llegado. Sería ingenuo empezar a bajar la guardia antinflacionaria, sobre todo en un ambiente monetario agresivo en los EU”.
Además, las presiones sobre las mercancías y algunos servicios mantienen la subyacente en una tendencia al alza al ubicarse en 0.67% un máximo de 21 años para un septiembre, que es la referencia del Instituto Central para elevar sus tasas el próximo mes de noviembre, en cuyo escenario los analistas advierte un ajuste de 0.75 puntos porcentuales.
Los precios de las mercancías mantuvieron las presiones al alza, con un crecimiento mensual de 0.94%, impulsado principalmente por mayores precios de alimentos procesados. Los precios de los servicios también registraron un aumento mensual significativo de 0.35%, con cifras elevadas en vivienda, educación y servicios relacionados con la alimentación.
A tasa anual, durante septiembre la inflación subyacente se ubicó en 8.28%, desde 8.05% en agosto, alcanzando su mayor nivel desde septiembre de 2000. Con cifras ajustadas por estacionalidad se estima una inflación subyacente mensual anualizada en 8.8%, por debajo del 10.2% de agosto, pero ligeramente mayor que el promedio de 8.6% del periodo enero-agosto.
Los alimentos y bebidas no alcohólicas contribuyeron en 4 puntos a la inflación general de 8.70% y tuvieron una variación anual de 14.55%. En septiembre de 2022, el incremento anual en el precio de la electricidad fue de 11.79%, variación mayor a la de un mes antes, la variación anual en el precio de la gasolina magna fue de 7.41%, incremento menor que el mes previo y el precio del gas LP fue de -2.6%, menor que el periodo anterior.
De esta manera, para los analistas la inflación general al cierre de 2022 es de 8.6% ya que las presiones siguen siendo muy elevadas y generalizadas. Los precios de la energía se están desacelerando, pero se mantienen en niveles altos, y todos los componentes de la subyacente, así como los precios de los productos agropecuarios, siguen registrando incrementos mensuales por arriba de sus promedios de los últimos 10 años.
Sin duda la inercia de los precios, las presiones sostenidas en los precios mundiales de las mercancías, y los acontecimientos recientes que han aumentado los riesgos de precios internacionales de las materias primas mayores que lo esperado para los próximos meses (como los recortes en la producción de petróleo), serán un factor determinante.
