"Metido o Remojado en Chile" = Chilaquiles
Los chilaquiles son muy populares por ser un platillo muy versátil y económico
Ciudad de México.- Ya sea como desayuno de domingo, como plato fuerte en restaurante o como remedio para la resaca, los chilaquiles son considerados como uno de los platillos emblemáticos en la cocina mexicana. Los chilaquiles son populares por económicos, fáciles de preparar y versátiles, ya que pueden servir de diferentes formas con distintas salsas e ir acompañados con otros elementos culinarios.
El origen exacto de los chilaquiles es incierto. Sin embargo, expertos en historia gastronómica explican que la palabra “chilaquiles” deriva del náhuatl chilli y aquilli, que podrían traducirse al español como: metido o remojado en chile, haciendo referencia a las tortillas que se remojan en salsa. Sin embargo, como muchos de nuestros platillos típicos, son resultado de una fusión de culturas ya que incorpora en su receta elementos mesoamericanos y europeos.
La receta tradicional para preparar chilaquiles es muy sencilla, pues solo llevan pedazos de tortillas fritas bañados en salsa y sazonados con queso , crema y cebolla picada. Los clásicos son verdes o rojos y generalmente se sirven con una guarnición de frijoles. Por sus ingredientes, los chilaquiles resultan ser un platillo muy completo y que aportan carbohidratos, proteínas, fibra y vitaminas.
Una de las mayores ventajas que ofrecen los chilaquiles es su versatilidad, pues sus sabores pueden adaptarse a los gustos de cada persona. Hay quienes disfrutan de los clásicos chilaquiles fritos y con una textura crocante, también hay quienes prefieren hornear las tortillas para reducir el consumo de grasa. En cuanto a la salsa esta puede variar en cuanto al color y ser más o menos picante. También pueden ir perfectamente acompañados con huevo, pollo o carne.
Los chilaquiles dependen de la región del país donde se preparen. En la Ciudad de México, la versión más popular son los chilaquiles verdes y generalmente se disfrutan en torta o acompañados de huevo revuelto. En Jalisco, se acostumbra a comer chilaquiles con salsa de chile colorado, se adornan con cebolla rebanada y queso añejo, también se acompañan con carne asada. En Oaxaca se disfrutan los chilaquiles de coloradito, que se preparan con la salsa del mole coloradito, además de que se utilizan “tlayudas” en lugar de tortillas. En Mazatlán los chilaquiles incorporan sabores del mar y tierra, pues en este estado se disfrutan acompañados de camarones.
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