Las #MalasPalabras de esta semana tienen que ver con las personas FATUAS, seres que se asumen superiores, poseedores de una excesiva VANIDAD, quienes con sus acciones dan una clara muestra de la escasa inteligencia que poseer.
Por Marta Obeso @MartaObeso
Un sujeto fatuo es aquel que habla de algo sin tener el conocimiento suficiente del tema que se aborda, pretendiendo hacer creer a los demás que sabe mucho. Son ALTANEROS, no razones entendidas y su comportamiento sin fundamentos hace de sus acciones una auténtica NECEDAD.
Generalmente, es la posición social, económica o de poder la que los alienta a esta ARROGANCIA RIDÍCULA, acercándolos a DISTORSIONES psicológicas que los hacen adictos a saber lo que los demás opinan de su actuar.
Estos seres hablan mucho y con cierto tono mesiánico. Aunque su cultura general sea LIMITADA, siempre pretenderán que lo saben todo. Solo se escuchan a sí mismo, son IMPERTINENTES, INSOLENTES y DESVERGONZADOS.
Mientras infravaloran a quienes los rodean, los fatuos asumen una postura paternal con los demás y, cuando logran la admiración de los IGNORANTES, son INCAPACES de reconocer cuando se cae en un error.
Así comienzan a convertirse en seres PETULANTES con ideas DELIRANTES con las que pretenden hacer creer que son capaces de hacer cosas que realmente son IMPOSIBLE de realizar, como rifar un "avión presidencial".
Sobreestimando sus capacidades, se sumergen en una creencia IRRACIONAL de estar siempre en lo cierto, empleando para su argumentación FALACIAS que, cuando son evidenciadas, continúan por asumir una conducta de eruditos, a tal grado que afirmarán la veracidad de sus dichos ante la imposibilidad de ser DESMENTIDOS al momento.
Esta necesidad de tener y aparentar es el origen de su EGOCENTRISMO, pretendiendo ser el centro de todos los intereses, cayendo en la creencia de tener todas las capacidades y talento para IMPONERSE sobre los demás.
Obrar CONTRA la razón, de forma opuesta a la moral, es el resultado que obtienen estos seres ABERRANTES, ENGREÍDOS, INTOLERANTES, AUTORITARIOS, capaces de afectarse a ellos mismos en su afán de pretender tener una imagen inmaculada; actitud que a final de cuentas es la que los va dejando solos.
Al DESDEÑAR la opinión de los demás, el fatuo se convierte en TIRANO. El CAPRICHO de estos seres toma forma cuando pretenden realizar acciones fuera de lo común, de forma ARBITRARIA y, es en este momento cuando debe analizarse si existe algún tipo de PERTURBACIÓN psíquica, de lo contrario se expone al público cercano a un PELIGRO inmediato.
El simple hecho de imaginar que podemos estar al capricho de alguien con estas características, es una clara advertencia de que se corre el RIESGO De sufrir una TRAGEDIA. Alguien que no acepta CRÍTICAS, que no reconoce sus ERRORES, que no vislumbra los PROBLEMAS que puede generar en los demás con tal de satisfacer su necesidad de SOBRESALIR, es alguien de TEMER.
Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.
