Las #MalasPalabras de esta semana tienen que ver con el Vituperio: que es un término que deriva del latín vituperĭum, y que de acuerdo a la primera acepción del diccionario de la Real Academia Española (RAE), un vituperio es un insulto, una injuria o una infamia que se pronuncia contra una o un grupo de personas.
Por Marta Obeso
Y... precisamente fueron vituperios los que provocó entre los jurisconsultos más reconocidos de México el Cuarto Informe de Labores del director de la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Raúl Contreras Bustamante; quien frente al Consejo Técnico de la Facultad y con la presencia del rector de la UNAM, Enrique Graue Wiechers; así como los directores de otras facultades, el subsecretario de Gobernación, Ricardo Peralta y otras personalidades a nivel nacional, dedicó su discurso a autoelogiarse por las actividades que ha encabezado al frente de esta Facultad.
Lo que no explicó Contreras Bustamante en su Cuarto Informe, es por qué es que, sí en la UNAM se imparten "conocimientos jurídicos de excelencia"; es una egresada del ITAM la que ostenta el cargo de Abogada General de la UNAM. También, muchos abogados egresados de "La Máxima Casa de Estudios" le han cuestionado a Raúl Contreras, ¿Por qué es un egresado del ITAM el director del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM?... ¿Los egresados de la UNAM no tienen el perfil exigido para estos puestos?
¿Qué es más infame? que los mismos abogados egresados de la UNAM señalen la incapacidad de sus egresados para ocupar los puestos de más alto rango en el área de su especialidad; o qué sea el mismo director de la Facultad de Derecho quien asegure que ésta "ha redefinido su rumbo, recuperando el orgullo de su sentido de pertenencia y reconquistando su papel social de ser la conciencia crítica del pensamiento jurídico de México", cuando en el mundo real, la realidad es otra totalmente opuesta.
¿Qué es más relevante? ¿Elevar la matricula de estudiantes de Derecho en la UNAM o que sus egresados sean los directivos en las áreas jurídicas de su Alma Máter? ¿La UNAM no forma abogados capaces para ser los abogados de su propia Universidad? o ¿Por qué egresados del ITAM ocupan estos puestos? ¿Ésto representa un harakiri jurídico?
Pero... peor aún, este Cuarto Informe del director de la Facultad de Derecho, se da en un momento en el que supuestos alumnos universitarios cierran las instalaciones de instituciones que ¡no son de ellos! y sin que nadie, ni los mismos abogados de la UNAM, les diga nada, argumentando una autonomia sustentada con recursos públicos y en un país constitucionalista.Son justo estas acciones las que contradicen lo informado por Contreras Bustamante... ¿Dónde están los logros de los juristas universitarios?
Dónde está la obligación moral del director de la Facultad de Derecho para encabezar acciones legales encontra de los vándalos que durante meses han cerrado y dañado las instalaciones del CCH y distintas preparatorias de la UNAM. ¿Dónde queda la aplicación de la Ley cuando el director de la Facultad de Derecho está viendo cómo dañan la institución en la que trabaja?
“En la facultad de Derecho no nos limitamos a crear abogados, nos esforzamos en forzar juristas, con una gran educación ética y humanista, con un claro respeto a la cultura de la legalidad, defensores de la igualdad de género y los derechos humanos, enemigos de cualquier tipo de discriminación y con un alto compromiso social con el país”, destacó Contreras Bustamante durante su informe.
Pero ¿qué? ética puede poseer un Notario Público que durante años ha cobrado como docente de tiempo completo en la UNAM. ¿A quién le queda a deber? ¿A sus alumnos o a sus clientes en la Notaria? ¿Qué tan inmoral es ocupar estos dos cargos al mismo tiempo? Quizá los abogados deberían de revisar el Código Civil y confirmar si este académico ha incumplido en alguna de sus obligaciones y devolver a la UNAM un sueldo recibido por desempeñar dos cargos a la vez.
Hasta aquí las malas palabras de esta semana y, ¡nos vemos en la próxima!