El presidente Andrés Manuel López Obrador retó al “departamentito” de Estado de Estados Unidos a que presente pruebas de que en su gobierno hay impunidad y que las bajas tasas de enjuiciamiento en México son una preocupación creciente, pero para darle al traste el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken dijo que los cárteles mexicanos de la droga controlan “partes” del territorio en México y que se “necesita hacer más” en la lucha contra el fentanilo.
Por: Ernesto Madrid
Pero López Obrador advirtió que por la manipulación de los medios la gente en Estados Unidos cree que el fentanilo llega a ese país a través de los migrantes, por lo que dijo “se requiere renovar la vida pública y los medios de información", además de que es necesario que el gobierno de la nación vecina, informe sobre este opioide para que la gente actúe con libertad.
Incluso este miércoles continuo con su ‘duro y dale’ que su estrategia de seguridad de abrazos no balazos va muy bien porque según dijo ya “va reduciendo la incidencia delictiva en el país y esto es muy bueno porque si hay paz, si hay tranquilidad, si no hay violencia, se vive sin temores, se vive en libertad, y vamos avanzando”, y agregó, que al mismo tiempo se atienden las causas, no se permite la corrupción, la impunidad y se mantiene separada a la delincuencia de la autoridad.
Lo contrastante del caso es que el número de homicidios dolosos en México repuntó un 4.23% anual en el primer bimestre de 2023 llegando a los 4 mil 882 asesinatos, un promedio de 83 al día, de acuerdo con su propia Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), Rosa Icela Rodríguez que además señaló que en el mismo bimestre de 2022 se produjeron 4 mil 684 asesinatos.
Aún más contrastante resulta que el gobierno federal informó que el Banco del Bienestar, creado por el Presidente en 2019, dejará de recibir remesas de dólares enviadas por migrantes mexicanos que trabajan en el territorio estadounidense.
Lo contradictorio del caso es que estamos hablando de un negocio millonario para el gobierno de López Obrador que tan sólo el año pasado generó un billón de dólares, pero argumentó que su salida es porque se enfocará en la dispersión de los programas sociales de la administración federal.
Lo interesante es que la decisión tomada por el Banco del Bienestar, coincide, luego de que hace tres días los congresistas estadounidenses se reunieron con el presidente de México en Palacio Nacional, en medio de rumores y versiones periodísticas que llegan desde Washington y que hablan de una investigación abierta por parte del gobierno estadounidense en contra del banco gubernamental mexicano por un presunto lavado de dinero a través de sus servicios de recepción de remesas y transferencias al extranjero.
Además, de acuerdo con el columnista de El Universal, Salvador García Soto, esto también no solo tienen que ver ‘con un incremento notable en los envíos de dinero a través de remesas que recibe esa institución de gobierno, sino también incluye el rastreo de diversas transferencias realizadas desde el citado banco oficial mexicano a países como Cuba, Nicaragua y Venezuela, que fueron realizadas utilizando un sistema distinto al SPEI que es el que maneja el Banco de México’.
La pregunta es, ¿habría sido otra estrategia del gobierno de México para apoyar a los cárteles de la droga?