Muchas veces es más seguro
estar encadenado que ser libre.
Franz Kafka
Arturo Suárez Ramírez / @arturosuarez
Aquí se lo dije, la admiración que tenía por el trabajo cinematográfico de Luis Estrada era grande, particularmente por las cintas “La Ley de Herodes”, “El Infierno” y “La Dictadura Perfecta” que con humor ácido retrataban la realidad social y de la política nacional, los vicios del PRI, la corrupción hasta de la iglesia católica, la violencia del PAN, la relación de gobernantes con narcotraficantes, los costos de poder una realidad lacerante para todos. El mérito del cineasta y su equipo era mayor porque las películas sortearon los obstáculos de la censura en época de Ernesto Zedillo Ponce de León, Vicente Fox Quesada, Felipe Calderón Hinojosa y de Enrique Peña Nieto, quienes encabezaban al gobierno federal y las críticas eran directas.
A pesar de las advertencias de algunos colegas para no tirar el dinero a la basura, me fui al cine a ver “¡Que Viva México!”, no quería presenciar esta nueva cinta en tiempos de la 4T, más cuando el mismo presidente López Obrador descalificó el trabajo del director y de los actores, excepto el de Damián Alcázar quien abiertamente se declara seguidor del Pejelagarto, ha defendido sus acciones como la justificación del trato y el estigma que se le da a la prensa desde Palacio Nacional, el histrión se olvidó que México es el país número uno más peligroso para ejercer ese oficio. A Damián Alcázar lo cuentan entre la lista de intelectuales que justifican al régimen, así como sucedía en los papeles que lo llevaron a volverse un ícono social.
A mí me gusta el café con cafeína, permítanme la redundancia, aquello de tomar café descafeinado resulta un engaño para los sentidos que quieren despertar o recibir una sacudida, eso resultó la mala película “¡Qué Viva México!”, una mala taza de café que lejos de hacerte despertar te genera somnolencia, tres horas aplastado en la butaca, apenas unas menciones al actual régimen que resultan unas caricias, nada que ver cuando se le iban a la yugular a Felipe Calderón y a Peña Nieto. Obviamente no esperaba una diatriba contra López o la 4T, pero en un acto de congruencia un poco ácido por los errores que se han cometido, nada de eso, si esos elementos no estuvieran da lo mismo, están forzados quizás por aquello de que López Obrador pide lealtad ciega a sus seguidores. No sé si Luis Estrada sea incondicional de López, pero su obra parece que sí, como estará la cosa que ni los “chairos” con dos dedos de frente podrían festejar la cinta que se queda corta.
En una mañanera de la semana pasada, el presidente López se lanzó contra Estrada y sus películas, eso encendió el morbo, fue como un empuje publicitario y más de uno caímos para acudir al cine. Dentro de este caso, hay que reconocer que para sus películas anteriores Luis Estrada recibió apoyo del gobierno a pesar de los temas que tocaba, hubiera sido un escándalo que no fuera así, para esta no recibió ni un peso el “cineasta buena ondita” como lo calificó el mandatario que seguramente no ha visto el trabajo y que nos regala muestras de su conservadurismo, así como del relativismo de varios que hoy son gobierno que antes festejaban, ahora se dan golpes de pecho por aquello de la familia y como presenta la cinta a México en el extranjero.
Insisto en que la cinta es muy mala, se queda corta, no cierra los conflictos, es larga, los diálogos son predecibles, no es una loa a la 4T, pero no es una crítica dura como en el pasado, aunque como suele decirse para los que nos salieron conservadores y censuradores, el trabajo de Estrada no abona mucho a la mala imagen de México, solo hay que ver las noticias, 40% de los territorios perdidos ante el narco, como en su momento lo dijo el exembajador de EU en México Christopher Landau, maltrato a migrantes y la muerte de 39 en un incendio en Ciudad Juárez, Chihuahua, el mal manejo de la pandemia que ha dejado 333 mil 449 muertos, los 150 mil 353 muertos por el narco, la corrupción en Segalmex, más las justificaciones ridículas de los incondicionales que parecen sacados de las películas de Luis Estrada.
No me gustó la película, estimado lector véala bajo su propio riesgo, me quedo con “La Ley de Herodes”, “El Infierno” o “La Dictadura Perfecta”, cualquiera de esas se puede aplicar a López y a su 4T, mientras que “¡Que Viva México!” es reflejo de un régimen patético… Pero mejor ahí la dejamos.
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Hasta la próxima.