El mundo está lleno de cosas obvias,
que nadie por casualidad alguna vez observa.
Sherlock Holmes
Arturo Suárez Ramírez / @arturosuarez
Estimado lector, gracias. Aquí lo he repetido muchas veces y hoy voy a insistir. El equipo de comunicación social e imagen del presidente Andrés Manuel López Obrador es un verdadero fracaso, no se atreven a decirle al mandatario que está haciendo mal las cosas, bueno no son capaces ni de pedirle que suba la bragueta de su pantalón o que le planchen la camisa. Y usted podría decir que eso es superficial, pero es el presidente y las imágenes dicen lo que somos.
En ese sentido poco a poco se han ido descubriendo los sembrados de la mañanera, esos que siempre están en la primera fila y son los aplaudidores de López obrador, aun cuando el sentido común dice que no está haciendo bien las cosas, no se puede ocultar el caso del manejo de la pandemia, el uso del cubrebocas, el desempleo, la crisis económica y otros muchos temas. Varios de estos se dicen “los incorruptibles”, aunque solapar al poder, no cuestionar y guardar silencio es CORRUPCIÓN igual que en el pasado.
Este grupo creado, protegido y patrocinado por la 4T y el vocero presidencial, es el encargado de desestabilizar y provocar a los compañeros de los medios de comunicación que, si tienen oficio y que, si son periodistas, aunque les duela. A la primera pregunta incómoda para el jefe del Ejecutivo, ya saben que hacer, han sido bien aleccionados y están dispuestos a brincar para salvarlo.
La estrategia comienza en sus redes sociales donde lanzan ataques desde el momento en que el reportero está preguntando, se meten con la vida personal, mienten y utilizan calificativos misóginos, racistas y clasistas de esos que les disgustan tanto a los superiores morales. Minutos después la horda de “bots” aparece para hacer virales los mensajes de estos que se dicen diferentes, los incorruptibles.
Luego los portales y “youtubers” hurgan entre las redes sociales de los que osaron preguntarle fuerte al presidente, cualquier foto es buena porque se saca de contexto y se arman historias, claro siempre poniéndolos como corruptos o son acusados de tener relación con políticos del pasado, como si una fotografía fuera prueba suficiente para acusar a alguien de corrupción, van contra los cánones del periodismo, porque hacen de todo menos eso, periodismo.
Esta es una burda estrategia para someter a quienes cubren la mañanera y que hacen periodismo, que no quiere decir ser afín al régimen, no quieren que su jefe se moleste, por cierto, al paso de los meses López ha perdido la paciencia y sigue acusando a los medios y periodistas de las desgracias del país como si los medios tomaran decisiones.
Estos remedos de “periodistas” son los mismos que no distinguen la ficción de la realidad, son los que confundieron la vida de un personaje como Brozo con la persona, Víctor Trujillo. Son los que lanzan piropos al presidente porque parece corredor keniano. Los que van a cabildear asuntos particulares. Los que van a pedir abiertamente publicidad y reciben un consulado como regalo. Los que venden camisetas y dan autógrafos, pero no se les conoce una sola nota, un solo trabajo periodístico.
En esta ocasión le tocó a la periodista Judith Sánchez Reyes sufrir el ataque de estos adoctrinados, solamente por preguntar por la pandemia, insistir en el número de muertos, la saturación en hospitales y el uso del cubrebocas por parte de quien debería ser ejemplo para todos los mexicanos. Mi solidaridad y respeto al trabajo de los periodistas, eso se necesita en este tiempo de tribulaciones, no aduladores.
Entre Palabras
Si Enrique Peña va a declarar… ¿Podría embarrar a algunos que hoy son parte de la 4T y en su sexenio estaban en el PRD?
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Hasta la próxima.