No hay plazo que no se venza ni tiempo que no se cumpla. El día de ayer el presidente de la república acato el requisito constitucional de rendir cuentas a la nación sobre las actividades de su gobierno después de que se cumplió ya un año de su administración. En un discurso de alrededor de una hora con cuarenta minutos, el titular del ejecutivo federal hizo una síntesis del trabajo de su gobierno ante representantes de todos los sectores de la sociedad que fueron invitados al evento.
El punto nodal de su discurso lo estableció cuando hizo énfasis en que en su régimen el poder político estaría separado del poder económico, sin querer decir con esto, que prescindiría de lo buenos oficios de la clase empresarial, sino que dejo claro, que ningún interés particular estaría por encima de los intereses de la nación. Eso si, estableció puntualmente que ordenó expresamente la cancelación de la condonación de impuestos a lo que denomino "el huachicoleo de arriba".
Con ello el presidente dijo que daba por terminada la era neoliberal, dando paso a la cuarta transformación, estableciendo 4 ejes fundamentales de su régimen: el fortalecimiento de la economía popular, los proyectos de desarrollo regional, la participación de la iniciativa privada y el comercio exterior y la inversión extranjera. Sobre los cuatro hizo referencia a acciones que está llevando a acabo ya y otras tantas que están por empezar a caminar.
Hizo el anuncio ante los ahí presentes, de que enviará al congreso la iniciativa para la revocación del mandato y para retirar el fuero a los funcionarios de gobierno; esto, como una medida contra la corrupción y a la impunidad, dejando claro que el combate a las mismas, es un tema principal de su administración, por lo que desde comienzo de su gobierno, ordenó por ejemplo, la reorientación de los presupuestos y la entrega de los apoyos de programas sociales directamente a los beneficiarios, sin la mediación de ningún actor, para evitar así el clientelismo y los "moches".
Agradeció abiertamente a Carlos Slim, por sus buenos oficios con la clase empresarial, a la que casi al final del discurso también agradeció, haciendo notar que la misma está trabajando codo a codo con él, llevando a cabo inversiones y generando empleos, con un mayor compromiso social y ahora si, pagando sus contribuciones.
Su discurso también tuvo un espacio para los opositores a su gobierno, para ello rememoró a Benito Juárez quien dijo en su momento que "El triunfo de la reacción es moralmente imposible". Con ello el presidente hizo referencia a la oposición la cual considera que se encuentra moralmente derrotada y en completa desarticulación, acotando que mientras estos se encuentran aturdidos, miles de mexicanos ya empezaron a trabajar por la transformación de este país.
Un informe muy ideológico en el que llamó a ajustarse a la marcos éticos y morales para poder transformar este país. Un informe muy distinto a los que se habían visto en otros sexenios, sin cobertura nacional en radio y televisión, con un lenguaje muy coloquial y de formas que en otros tiempos parecerían fuera de protocolo. En los próximos días vendrán los análisis mas puntuales y meticulosos sobre el informe completo, en tanto y como ya lo he manifestado con anterioridad, para bien o para mal, este gobierno sigue operando y cumpliendo con los tiempos constitucionales, gozando de una aceptación que ronda los 70 puntos porcentuales.
Me llama la atención la seguridad y la familiaridad con que el presidente se dirigió a los empresarios ahí presentes, incluso les dio el crédito de su compromiso productivo y social, mención aparte merece el agradecimiento tácito a Carlos Slim, este tipo de acciones vienen bien cuando se buscan certezas, sobre todo cuando desde el comienzo de la presente administración, se dijo que la desconfianza de los empresarios seria una loza pesada para la cuarta transformación, al parecer esto no es así; eso le viene bien a México.
Para no dejarlo pasar, muy cerca de ahí la convocatoria de distintas organizaciones de la sociedad civil para la marcha Anti-AMLO, contó con la participación de poco mas de 1,000 personas, según cifras de la policía capitalina. Otra vez se dejó ver la desarticulación y lo evidente de la ausencia de una oposición seria, que genere los contrapesos necesarios que toda democracia requiere. Ojala en el camino del sexenio logren consolidarse, eso también le vendría bien a México.
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