Por Dr. Luis Nuñez Noriega
El sector automotriz en Norteamérica está profundamente integrado gracias al Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC). Sin embargo, cambios en las políticas comerciales de EE.UU. han incentivado el debate sobre la viabilidad de trasladar la producción de México a territorio estadounidense. Aunque algunos sectores sugieren que este proceso podría ocurrir en cuestión de meses, la realidad es que la reubicación requiere de una planificación y ejecución que puede extenderse por varios años.
Factores que Determinan el Tiempo de Traslado
1. Infraestructura Disponible en EE.UU.
La capacidad instalada en Estados Unidos es un factor determinante en la velocidad del traslado:
Si la empresa ya cuenta con plantas con capacidad disponible, el proceso podría completarse en 1 a 2 años.
En cambio, si es necesario construir nuevas fábricas, el proceso puede tomar entre 3 y 5 años, debido a la obtención de permisos, la construcción de instalaciones y la contratación de personal especializado.
2. Inversión y Costos de Relocalización
El cierre de operaciones en México implica costos considerables, incluyendo:
Liquidaciones laborales, venta de activos y cancelación de contratos.
Inversión en EE.UU., que es significativamente más alta debido a los costos de construcción, salarios y cumplimiento de normativas ambientales y laborales.
3. Reconfiguración de Cadenas de Suministro
El ecosistema automotriz en México está altamente integrado con proveedores locales. Una reubicación a EE.UU. requiere:
Buscar nuevos proveedores o trasladar a los actuales.
Ajustar la logística y distribución de partes y componentes, lo que puede tardar varios años.
4. Contratos y Regulaciones
Las empresas automotrices operan bajo contratos con proveedores y gobiernos locales que pueden limitar su capacidad de trasladarse rápidamente. Además:
Es necesario negociar incentivos fiscales o subsidios en EE.UU. para justificar la inversión.
Cumplir con nuevas regulaciones laborales y ambientales puede ralentizar el proceso.
Casos Recientes: Estrategias Empresariales
En la última década, diversas empresas han evaluado la relocalización, con resultados mixtos:
Tesla y BMW han expandido su producción en México debido a menores costos y acceso preferencial al T-MEC.
Ford y GM han reducido su producción en ciertos segmentos en México, pero sin abandonar completamente el país.
Toyota y Stellantis han optado por estrategias híbridas, manteniendo operaciones en ambos países.
Podemos concluir argumentando que si bien los aranceles y las políticas comerciales de EE.UU. pueden incentivar la relocalización, la mayoría de las empresas automotrices prefieren reconfigurar sus cadenas de valor en lugar de trasladar completamente su producción. A menos que los aranceles sean extremadamente altos y permanentes, es más viable adoptar soluciones intermedias, como fabricar ciertos modelos en EE.UU. y otros en México. El tiempo requerido para este tipo de decisiones estratégicas reafirma que el traslado completo de la producción no es un proceso inmediato, sino una transición que toma años.
