Alejandro Matty Ortega/Irreverente Noticias
Hermosillo, Sonora (IN).- Van 100 policías asesinados en los últimos 5 años en Sonora.
Del 2018 al 2023, son 76 policías municipales, 20 estatales y 4 federales caídos en el cumplimiento de su deber.
Así lo reveló Marco Paz Pellat, vocero de los Comités Ciudadanos por la Seguridad Pública en Sonora.
Lamentó que en todos los casos que siguen sin resolverse, destaca un factor común:
La impunidad.
Criticó que las familias de los policías además del dolor, se enfrentan a procesos complicados al recurrir o tramitar los seguros de vida o beneficios por los años de servicio de los policías caídos en el cumplimiento de su deber.
Calificó como un "viacrucis" el largo trámite de las viudas y familiares porque resulta que el Ayuntamiento no pagó los seguros a las compañías aseguradoras contratadas y estas niegan pagar la cobertura correspondiente.
Esta situación genera revictimizar y trámites que duran meses y a veces años.
Como Comités Ciudadanos por la Seguridad Pública que siguen solicitando vía Transparencia Informativa datos sobre estos casos, sin recibir respuesta alguna.
Apuntó además que los policías municipales son los más desprotegidos en la cadena de justicia.
Son los que menos salario reciben, menos equipamiento, menos armanento y vehículos en mal estado para cumplir con su misión de proteger a los ciudadanos y sus bienes.
Expuso que en Hermosillo reciben buen sueldo pero existen otros municipios donde les pagan 5 mil pesos.
Bajos ingresos, menos protección y todavía tienen que enfrentar a poderosas bandas criminales con mejor y más armamento.
Esta situación, genera la desproporción y por ello son los registros de tantas muertes de policías en Sonora.
Por ello gestionan mejores condiciones laborales y de seguridad social y jurídica para los policías y sus familias.
Exhibió también que los Municipios, Estados y Federación se echan la bolita de a quién le corresponde invertir y dotar de recursos a los policías.
Definitivamente, los Ayuntamientos carecen de recursos y esto vuelve vulnerable a los policías y a la misma comunidad, ante el crimen y la inseguridad pública en Sonora.