Durante esta administración gubernamental, la Secretaría de Salud, encabezada por el Dr. Jorge Alcocer Varela, trabajará en una nueva política pública encaminada a atender a todas las personas que tienen algún problema de salud mental, ya que en la actualidad se estima que 70 por ciento no recibe ningún tratamiento, aseguró Juan Manuel Quijada Gaytán, director general de los Servicios de Atención Psiquiátrica de la Secretaría de Salud.
En entrevista explicó que en el sector salud mexicano la atención primaria se ha enfocado en la salud materno-fetal, por lo que se requiere ampliarla para incluir programas de prevención, detección e intervención de padecimientos mentales o psiquiátricos desde que se presentan los primeros síntomas.
Quijada Gaytán señaló que del presupuesto general para salud mental, el 90 por ciento se destina a institutos, hospitales psiquiátricos y centros de salud mental que brindan servicios especializados, aun cuando los modelos internacionales señalan que la atención primaria psiquiátrica debe darse en hospitales generales.
Por ello, consideró la posibilidad de que la Secretaría de Salud se apoye en modelos de atención básica de otros países que han funcionado, principalmente en Chile, que sirvan de base al esquema de propuesta a desarrollar en materia de salud mental en México.
Cabe señalar que uno de los objetivos principales de la atención primaria de los padecimientos psiquiátricos es la disminución del tiempo en el diagnóstico para el inicio del tratamiento adecuado que contribuya a una rápida recuperación del paciente, evitando una mayor gravedad y favoreciendo una disminución del consumo de psicofármacos y de la automedicación.
El director general de los Servicios de Atención Psiquiátrica agregó que el Sector Salud tiene esquemas bien establecidos en guías de práctica clínica que indican hasta dónde se pueden atender en primer nivel los pacientes con patologías psiquiátricas, fundamentalmente con trastornos depresivos y ansiosos, derivados del incremento de los factores de riesgo como la pobreza, las migraciones, la carencia de apoyo familiar y social, el aumento del abuso de sustancias, la soledad y las redes sociales.