La impresión en 3D cuenta con un amplio abanico de usos en el sector de la atención médica. Tres áreas, sin embargo, parecen tomar un impulso por encima de las demás: moldes, implantes y modelado 3D, aseguró Andrew Ericson, consultor de estrategia de salud de la consultora Accenture.
"Los moldes les permiten a los médicos crear dispositivos más cómodos y personalizados, como los que ya existen con los implantes dentales, mientras que los implantes personalizados para espinas y caderas pueden minimizar tanto los materiales utilizados como el potencial rechazo por parte del cuerpo", explicó.
Además, el modelado 3D permite a los cirujanos planear una operación en detalle utilizando un modelo físico preciso del área impactada del cuerpo de un paciente antes de operar. Los beneficios incluyen una mayor precisión y menos tiempo en el quirófano.
"Lo que más me entusiasma es el potencial para las compañías farmacéuticas y los fabricantes de dispositivos médicos. Medicamentos impresos en 3D y replicación de tejidos del cuerpo humano: estas dos áreas pueden ver el mayor crecimiento de la impresión 3D", advirtió.
Esto puede tener un gran impacto en las industrias de atención médica y farmacéutica en China. Los órganos en 3D, por ejemplo, pueden servir como una alternativa eficaz para las listas largas de trasplantes de órganos y pueden permitir el acceso a tratamientos incluso en áreas remotas, explicó Ames Gross, analista de MedTech Intelligence.
"La impresión médica en 3D es beneficiosa para personas de todas las edades", destacó. "Por ejemplo, para los niños pequeños, los médicos pueden imprimir modelos de órganos para prepararse para cirugías potencialmente mortales causadas por enfermedades complejas. Los modelos en 3D también pueden reutilizarse para capacitar a nuevos cardiólogos".
Se espera que la industria de impresión 3D de China alcance $ 7,68 mil millones en valor de producción, o un tercio del mercado global para 2020, según un pronóstico del Instituto de Información de la Industria de China.
Beijing ha establecido el Centro Nacional de Innovación al forjar asociaciones extensas entre universidades y empresas. La idea es ayudar a abordar los cuellos de botella tecnológicos que impiden las aplicaciones comerciales de la impresión 3D.
Los expertos también señalaron que a medida que China continúa creciendo en su papel como uno de los actores clave en el espacio de bioimpresión, debe centrarse en desarrollar y hacer cumplir las normas y certificaciones de la industria. Los problemas de seguridad serán un tema clave para los usuarios privados y comerciales.
El año pasado, los reguladores del mercado de dispositivos médicos de la Administración Estatal de Regulación del Mercado publicaron nuevas pautas que proponen requisitos de registro para dispositivos creados a través de la tecnología de impresión 3D.
"Para mantenerse a la vanguardia en su aplicación de fabricación aditiva en la atención médica, el gobierno debe considerar la mejor manera de recopilar datos sobre los resultados de sus diversas iniciativas, así como la mejor manera de analizar esta información", aclaró Caroline Schwanzer, comentarista del Harvard Business Review.