Los promedios nacionales no reflejan la realidad de las coberturas de vacunación en el país, por lo que es importante identificarlas, no solo a nivel nacional y estatal, sino incluso municipal, señaló José Ignacio Santos Preciado, secretario del Consejo de Salubridad General (CSG), durante su participación en el “18 Congreso de Investigación en Salud Pública”, organizado por el Instituto Nacional de Salud Pública (INSP), de la Secretaría de Salud.
Indicó que, entre los principales retos para el Sistema de Vacunación Universal de México, destacan las coberturas, ya que no hay un sistema nominal que permita tener una precisión. Hay diferentes sistemas de información de las instituciones que integran el sector salud, lo que se traduce en una variabilidad de la calidad de los datos y una limitación para dar seguimiento personalizado.
Santos Preciado detalló que en agosto de 2014, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) realizó una evaluación del Programa de Vacunación Universal, en la que se visitaron los estados de Chihuahua, Nuevo León, Zacatecas, Guanajuato, Estado de México, Ciudad de México, Veracruz, Chiapas y Quintana Roo.
La evaluación mostró que las coberturas de vacunación tienen limitantes para el análisis de riesgo y la evaluación del desempeño, además de destacar la necesidad de continuar el trabajo para alcanzar la excelencia en términos de universalidad, calidad y eficiencia en todos los componentes del programa
Otro de los grandes retos, agregó, radica en la producción nacional de vacunas ya que, para asegurar un futuro sustentable se debe invertir en los Laboratorios de Biológicos y Reactivos de México (BIRMEX), a fin de retomar su operación como empresa productora del Estado y estar en condiciones de elaborar las vacunas que requiere el país, como rotavirus, hepatitis B, VPH y neumococo.
A casi 30 años de historia, el Programa de Vacunación Universal de México enfrenta importantes retos para atender las necesidades de salud de la población y mantener el beneficio colectivo que representa la vacunación, no solo en materia de salud, sino como ejemplo de equidad y justicia social.
Cabe señalar que el programa ha logrado sustanciales mejoras de las condiciones de salud en el país, como la erradicación de la poliomielitis en 1990, la eliminación de la difteria en 1994, del sarampión en 1996, la rubéola en 2008 y el síndrome de rubéola congénita en 2010.
Creado en 1991 por decreto presidencial, incluye un esquema de 14 vacunas. El costo del esquema de vacunación completo ha cambiado con el tiempo, explicó el funcionario, pasando de 13 pesos en 1976 (con solo 6 biológicos) a 2 mil 297 pesos en 2017 (con 13 biológicos).