El subsecretario Hugo López-Gatell Ramírez agradeció el compromiso de las y los mexicanos al atender las indicaciones para reducir el contagio de COVID-19
En ningún estado de la República Mexicana se aplica la vacuna contra COVID-19. En algunas entidades federativas inició la fase III del protocolo clínico de una de las vacunas que están en proceso de desarrollo, aseguró el subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell Ramírez.
Durante la conferencia de prensa vespertina en Palacio Nacional afirmó que la epidemia en México sigue activa, en algunos estados con mayor intensidad, en otros en meseta o con comportamiento estable y la mayoría con reducción de casos.
No obstante, advirtió, se deben mantener las medidas preventivas como la sana distancia social, evitar acudir a reuniones, utilización adecuada de cubrebocas, lavado continuo de manos con agua y jabón por más de 20 de segundos o uso de alcohol gel, porque en este momento no existe una vacuna o tratamiento específico contra COVID-19.
Las personas mayores de 60 años que viven con enfermedades crónicas y mujeres embarazadas que presentan síntomas de COVID-19 deben acudir de inmediato a valoración médica. “No se esperen porque se puede perder un tiempo valioso para su recuperación”, dijo.
Al hacer un recuento de las estrategias contra COVID-19 desde el inicio de la epidemia en nuestro país, el subsecretario López-Gatell Ramírez indicó que inició con un mecanismo de detección de casos e identificación de contactos, llamada contención centrada en casos.
Del 23 de marzo al 30 de mayo se usó un solo mecanismo de mitigación o reducción de riesgos con base en una estrategia general definida por la Organización Mundial de la Salud (OMS), que consistió en el distanciamiento entre personas.
La Jornada Nacional de Sana Distancia implicó el cierre de actividades no esenciales. Se logró que 40 millones de personas dejarán de estar físicamente en el espacio público, lo que tuvo un impacto en la reducción de casos y en la disminución de la velocidad de la epidemia.
El tercer componente fue la reconversión hospitalaria a través de la cual creció cerca de seis veces el número de camas generales y de cuatro veces la cantidad de camas con ventilador para la atención de pacientes graves.
Con el apoyo del Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi) se contrató, entrenó, organizó y distribuyó en territorio nacional a más de 58 mil personas trabajadoras de la salud, de las cuales, 25 por ciento son personal médico y de enfermería. El objetivo: resarcir la histórica deficiencia de 240 mil profesionales del ramo.
Reconoció el trabajo de las autoridades de la Ciudad de México porque aun con la complejidad que representa la cantidad, densidad y movilidad de las personas en esta entidad, durante cuatro meses se ha logrado estabilizar la epidemia. Cuando se registran pequeños incrementos, las autoridades han encontrado mecanismos para reducir la movilidad sin afectar la actividad económica.
López-Gatell Ramírez agradeció el compromiso de las y los mexicanos al atender las indicaciones para reducir el riesgo de contagio de COVID-19, sin necesidad de medidas coercitivas o uso de la fuerza pública.
Invitó a quienes tienen factores de riesgo a que acudan a la unidad de salud para que les apliquen la vacuna contra la influenza que tiene por nombre VAXIGRIP, la cual es gratuita en todas las instituciones públicas de salud.