- Pese a la reducción de la pobreza infantil, el país enfrenta un retroceso alarmante: crece la mortalidad en menores de cinco años, persisten las brechas regionales y se amplía el rezago en salud y educación. Early Institute advierte que “las niñas y los niños no pueden esperar”.
El discurso de que “primero los pobres” parece no alcanzar a los más pequeños. El Reporte ¿Cómo vamos con la primera infancia?, elaborado por Early Institute y SIPI México, revela que México atraviesa un serio retroceso en materia de bienestar infantil: la mortalidad en menores de cinco años aumentó 16.4% entre 2022 y 2023, mientras las carencias en salud y cuidado adecuado siguen creciendo.
Ernesto Madrid
Aunque el informe reconoce una disminución del 20% en la pobreza infantil entre 2018 y 2024, las cifras revelan el reverso de la moneda: la vulnerabilidad por carencias sociales aumentó 25% en el mismo periodo. En otras palabras, hay menos niños pobres, pero más niños sin acceso a servicios esenciales.
La investigadora Renata Díaz-Barreiro advirtió que el país mantiene una brecha profunda entre regiones, donde el bienestar de la primera infancia depende del lugar en el que se nace. “El progreso existe, pero no es homogéneo ni equitativo; sin equidad, los avances no se traducen en justicia ni bienestar duradero”, subrayó.
Los datos son contundentes: la tasa de mortalidad infantil pasó de 13.8 a 16 muertes por cada mil nacidos vivos en cinco años. En paralelo, el cuidado inadecuado en el hogar creció 13.6% entre 2022 y 2023, y las carpetas de investigación por delitos contra menores de cuatro años se dispararon en varios estados —con aumentos extremos en Oaxaca (1,127%), Campeche (534%) y Aguascalientes (181%).
En materia educativa, el panorama tampoco es alentador. Si bien la educación inicial creció 5.9% a nivel nacional, el acceso sigue siendo limitado. Estados como Querétaro (-13%), Chiapas (-11.1%) y Quintana Roo (-9.1%) registraron retrocesos significativos. En el nivel preescolar, el rezago también es evidente: Yucatán (-21.2%), Quintana Roo (-10%) y Nuevo León (-9.1%) encabezaron las caídas.
Para Cándido Pérez Hernández, vocero de Early Institute, los avances “no están llegando a todas y todos por igual”. La desigualdad territorial, dijo, sigue marcando el destino de millones de niñas y niños desde sus primeros años de vida.
El informe advierte que, sin políticas integrales y focalizadas, los esfuerzos aislados no revertirán los retrocesos. Early Institute propone un “nuevo pacto por la primera infancia”, con responsabilidad compartida entre gobierno, sociedad civil y sector privado, que garantice salud, educación, nutrición y protección desde los primeros años.
“Las niñas y los niños no pueden esperar”, insistió Pérez Hernández. En un país donde las prioridades suelen medirse en votos y no en años de vida, la advertencia es clara: la primera infancia ha quedado fuera del radar del Estado.
@JErnestoMadrid
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