Frente a los desastres naturales que en México son parte de nuestra historia pero que aún no se aprende de los errores del pasado, las consecuencias se observan en el presente con OTIS ya que el gobierno de la cuarta transformación ha reducido el presupuesto de los organismos encargados de la prevención y encima, desoyó las alertas emitidas por el Centro Nacional de Huracanes que fueron replicadas por el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) con horas de retraso.
Ernesto Madrid
Hay evidencia clara de que la propia institución encargada de alertar a la población sobre los riesgos de este fenómeno natural comunicó que se mantenía en coordinación con los especialistas estadounidenses del CNH, de acuerdo con el comunicado emitido el 23 de octubre a las 9:30 am que alerta que la tormenta tropical OTIS se localiza a menos de 500 km de Puerto Ángel, Oaxaca donde hace alusión a las instancias que lo monitoreaban, el Servicio Meteorológico Nacional (SMN), la Comisión Nacional del Agua (Conagua) y el Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos.
¿Qué paso después?
Dos cosas interesantes, la primera que el Centro Nacional de Huracanes alertó, ese mismo día, a las 2 de la tarde de México (4 pm, horario de Florida) que se había intensificado peligrosamente la velocidad de Otis y que se preveía que tocaría tierra guerrense con categoría 4, por lo que recomendaba que “se deben apresurar los preparativos para proteger las vidas y las propiedades (…) ya que esta lluvia producirá inundaciones repentinas y urbanas, además de deslizamientos de tierra en zonas de terreno más elevado”. Además, la alerta mencionaba que “a última hora de esta noche (martes) y el miércoles” habría en Guerrero “vientos extremadamente destructivos”. Además, se anticipaba “una marejada ciclónica peligrosa y potencialmente mortal”.
Desde las 17:00 horas del martes 24 de octubre, (5:00 pm) el CNH emitió un comunicado en el que anticipaba que era inevitable el curso destructivo de Otis y se exhortaba a tomar acciones para salvar vidas en las costas de Guerrero. En el aviso especial -emitido a las 19:00 horas de Miami, 5 de la tarde de México- se informaba que, de acuerdo con imágenes satelitales, continuaba la rápida intensificación observada previamente de Otis, que alcanzaría una fuerza de categoría 5, por lo que se alertaba de una situación “extremadamente peligrosa” y urgía a acelerar acciones preventivas.
Pero, el Servicio Meteorológico Nacional informó a las 15:34 horas en conferencia de prensa virtual que el huracán se había intensificado a categoría 3 y que podría impactar las costas de Guerrero como categoría 4 por su repentina evolución, lo demeritó, impacto y destruyó Acapulco y parte de Guerrero.
¿Y los presupuestos de prevención?
Al realizar un análisis de los organismos encargados de los peligros ante fenómenos naturales, estos sufrieron recortes a su presupuesto en los últimos años o ejercen menos recursos de los que les son programados.
Por ejemplo, en el presupuesto de 2023 no se aprobó ni un peso por concepto “inversión del SMN”. En el presupuesto modificado se le destinaron 6 millones de pesos, pero durante los primeros seis meses de este año no se habían ejercido recursos en ese concepto de acuerdo con información del Transparencia Presupuestaria que da cuenta de que este año, ha sido el peor del sexenio en inversiones en el Servicio Meteorológico, lo que implica la falta de actualizaciones y modernización en el sistema de monitoreo.
En esa misma fuente, que publica la página Mexicanos Contra la Corrupción e Impunidad (MCCI) da cuenta de que al igual sucede en el Centro Nacional de Prevención de Desastres (CENAPRED) también han ido a la baja en los últimos años que hasta 2018 tuvo un presupuesto anual que rondaba los 80 millones de pesos, de acuerdo con información de Transparencia Presupuestaria.
La realidad es que, en 2019, el primer año del actual Gobierno, se gastaron 66 millones de pesos, (no especifican en qué) lo que representó una disminución del 23%, para 2020 los recursos cayeron un 31% con respecto a 2018 cifra similar a la de 2021 con 60 mdp y para 2022, el gasto creció poco a 65mdp que aún está por debajo con lo que entregó el sexenio anterior.
La duda es por qué, si México es un país propenso a fenómenos natural y encima no escuchan y transmiten en tiempo y forma, las alertas.