En los últimos cinco años, el abuso de los delitos sexuales se ha incrementado en un 87 por ciento, de acuerdo al Reporte 2021 del Análisis de Indicadores de Incidencia Delictiva y Víctimas, elaborado por la comunidad de conocimiento Alumbra, coordinado por el think tank especializado en primera infancia, Early Institute.
Por: Ernesto Madrid
Lo anterior implica que a nivel nacional, el número de delitos de abuso sexual continúa en aumento. En 2015, hubo 11 mil 980 delitos de este tipo, para 2020 subió a 22 mil 377, lo cual se refleja en una tasa de crecimiento de 87% en los 5 años.
Según la Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre la Seguridad Pública (ENVIPE 2021), en 2020 el 95.1% de los delitos sexuales no se denunciaron
De acuerdo con cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), en 2019 se registraron un total de 53 mil 429 delitos sexuales, mientras que en 2020, fueron 54 mil 314 a nivel nacional. Es decir, que el año pasado, se cometieron 42 delitos de tipo sexual por cada 100 mil habitantes.
En el 2020 las tasas más altas de delitos sexuales por cada 100 mil habitantes se registraron en Quintana Roo (97), Baja California Sur (90), Querétaro (78), Chihuahua (75) y Ciudad de México (72).
Ese mismo año se observó que el 41% de los delitos sexuales fueron abuso sexual, seguido de violación simple (23%), otros delitos sexuales (15%), acoso sexual (10%), violación equiparada (8%), hostigamiento sexual (3%) e incesto (0.1%).
Dentro de este tipo de delitos, el abuso sexual registró 22 mil 377 casos y una tasa de alrededor de 18 víctimas por cada 100 mil habitantes. El segundo delito con mayor número de casos registrados fue la violación simple con 12 mil 319 casos y una tasa de 10 casos por cada 100 mil habitantes. Asimismo, el delito de violación equiparada o agravada -que incluye violación de menores de edad- aumentó 15% de 2019 a 2020, registrando 3 mil 677 y 4 mil 225 delitos, respectivamente.
Los estados con las tasas más elevadas de delitos de abuso sexual en 2020 fueron Colima (44.63), Baja California (34.88), Baja California Sur (34.80), Ciudad de México (34.61) y Chihuahua.
Delitos contra la infancia
En el reporte realizado por el think tank mexicano especializado en primera infancia y dado a conocer por la comunidad de conocimiento y práctica Alumbra, se observan no solamente indicadores de violencia sexual, sino indicadores del contexto de violencia de menores de edad en el país, como son homicidios, lesiones, feminicidios, corrupción de menores, trata de personas, tráfico de menores de edad, secuestro y rapto.
En este contexto, la información plantea que la violencia en contra de niñas, niños y adolescentes en nuestro país “es un fenómeno persistente e invisibilizado” a pesar de que constituye la expresión más cruda de la vulneración de los derechos de este sector de la población.
El año pasado por ejemplo, se registraron 115 víctimas de feminicidio menores de edad, es decir que cada 4 días muere una niña por feminicidio, mientras que en 2019 sumaron 95 víctimas por este delito.
En el caso de corrupción de menores -que incluye lenocinio relacionado con menores, o permitir el acceso a menores a exhibiciones o espectáculos obscenos- registró un total de mil 689 víctimas menores de edad en 2020 (75% del sexo femenino), con una tasa de 4.26 delitos por cada 100 mil menores de edad.
Los estados con tasas más altas son: Baja California (19.9), Baja California Sur (18.7), Colima (12.45), Quintana Roo (12.32), y Ciudad de México (10.96).
La trata de personas -que incluye explotación sexual de menores, prostitución ajena y otras formas de explotación sexual, pornografía infantil y turismo sexual con menores de edad- sumó en 2020 un total de 264 víctimas menores de edad (77% del sexo femenino) y una tasa de 0.67 por cada 100 mil habitantes menores de edad a nivel nacional en el mismo año. Un aumento de casi 30% en comparación con 2019.
Quintana Roo es el estado que más víctimas ha tenido en este delito, con una tasa de 2.05 por cada 100 mil habitantes menores de edad; Baja California está en segundo lugar, con una tasa de 1.83; Nuevo León en tercer lugar con 1.57; seguido de San Luis Potosí con 1.54 y Aguascalientes con 1.5.
El rapto -que incluye delitos de privación de la libertad con fines sexuales- en los años 2019, tuvo 90 víctimas menores de edad y 110 en 2020. Más del 98% fueron de sexo femenino, en ambos años.
Solo 4 estados concentraron reportes por este delito. En primer lugar, Nuevo León representó el 90% de los casos de rapto contra de menores de edad, con 100 casos; en segundo lugar Hidalgo con 5 casos; seguidos por la Ciudad de México con 3 y Sonora con 2.
Los reportes de lesiones del año pasado fueron 12 mil 177 y de homicidios 2 mil 402 menores de edad. Esto implica que, cada día 33 niños, niñas y adolescentes son víctimas de lesiones y, diariamente, 7 niños, niñas y adolescentes son víctimas de homicidio. Respecto al sexo, el 66% de las víctimas de lesiones y el 78% de homicidio son del sexo masculino.
El estado con la mayor tasa de víctimas de homicidios menores de edad fue Guanajuato, seguido de Zacatecas y Michoacán.
IMPACTO DE LA PANDEMIA EN DELITOS Y VÍCTIMAS
En el análisis de los datos de incidencia delictiva de 2020, en el marco de la propagación del virus COVID-19, informes del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP) indican que hubo un incremento a nivel nacional en la incidencia de delitos sexuales.
Si bien se presenta un aumento, este es muy pequeño con respecto al acelerado crecimiento que se venía presentando en años anteriores en los delitos sexuales. En 2020 la tasa de crecimiento anual fue del 1%, mientras que en 2019 fue del 23%, una diferencia notoria.
Violencia familiar
Organismos internacionales como la ONU han descrito el incremento de la violencia familiar como “la sombra de la pandemia”. Como es bien sabido, se han presentado múltiples tensiones debido a cierres escolares y comerciales, confinamiento en casa, aislamiento, pérdidas humanas y vulnerabilidad económica. Así, se presume que la acumulación de este tipo de factores ha aumentado la violencia familiar y la vulnerabilidad de las niñas, niños y adolescentes.
En el análisis de los datos de violencia familiar, de 2015 a 2020 se observa un crecimiento en la tasa de delitos de violencia familiar por 100 mil habitantes, del 64%. Llama la atención que hubo un crecimiento sólo del 4% en dicha tasa, de 2019 a 2020, siendo que en el año previo el crecimiento había sido del 15%.