Entre cerca de una docena de nombres, AMLO eligirá al nuevo ministro de la Suprema Corte de la Nación
Por Eduardo Sadot
La renuncia aún sin aclarar del ministro Eduardo Medina Mora, cuyo caso. solo ha tenido un antecedente en el gobierno de Pascual Ortíz Rubio, da lugar a muchas especulaciones, que si lo amenazaron, que si el presidente Obrador está decidido a controlar a todos los poderes del gobierno, sin contrapesos, similar a un gobierno absolutista, finalmente Medina Mora tiene sus razones, que difícilmente sabremos.
Que si bien Obrador, tiene ya controlado al poder Legislativo, solo le faltaba el Judicial para consolidar su poder, no obstante que aún queda un contrapeso, leve pero real en la cámara de senadores.
Lo que será determinante y valdrá la pena interpretar, es: a quien propondrá para la suprema corte, en sustitución de Medina Mora, porque si a quien proponga, resulta ser dócil ministro al servicio del presidente entonces, ya nos podremos despedir de la opción de que en el país se escuchen voces disidentes, de esas que el presidente obrador llama voces de sus adversarios. A las que no está muy acostumbrado a escuchar.
Los nombres que se manejan son: Eva Verónica de Gyves Zárate ,Bernardo Bátiz Vázquez, Jaime Cárdenas Gracia, Lilia Mónica López Benítez, Ana Laura Magaloni, Javier Quijano, Loretta Ortiz Ahlf, y César Astudillo, además de otros nombres no cercanos al presidente Obrador pero que tienen los méritos para ocupar ese puesto: Eduardo Pascual López, Ricardo Vázquez Contreras y Pavel Rodríguez Quezada, también hay en el poder judicial muchos abogados muy competentes que no han levantado la mano pero que muy bien podrían participar si les convocaran que podremos mencionar, si el presidente optara por miembros del Poder Judicial competentes de los que también hay muchos.
Está muy claro que el presidente Obrador es como el revolucionario Gabino Barrera no entiende razones, ya lo declaró hace poco cuando dijo que llueve truene o relampaguee el tren maya va y amenazó con que ya saben que soy muy necio, con ello adelanto que aunque le den argumentos de defensa del medio ambiente ni a ecologistas ni a ambientalistas les haría caso y con ello evidencia que aunque vaya contra el medio ambiente no le importa, así quien garantiza a los mexicanos que se le ocurra violentar el Estado de Derecho o la Constitución aunque la haya jurado, llueva truene o relampaguee.
Por más tropical o intrascendente el comentario, evidencia el fondo de la personalidad de Obrador, el ejercicio del poder obliga a cautela, responsabilidad y sensibilidad, mucha sensibilidad que aunque dice tenerla, es claro que evidencia otros datos.
El nombramiento de personajes como Juan González Alcántara y Carrancá en la suprema Corte, por lo menos refleja que en ese momento, al menos, se inclinó por la excelencia profesional y de experiencia en el Poder Judicial, el Ministro González Alcántara y Carrancá, además de su linaje jurídico-familiar, es un hombre sensato, culto, estudioso, e intachable. Queda la esperanza, que a quienes nombre, cumplan con similares requisitos, pero o mejor sería, mantener la regla de que no sean serviles y dóciles frente al Presidente Obrador, ello garantiza la autonomía del Poder Judicial y el equilibrio entre los poderes federales, respetando el principio de pesos y contrapesos.
En un acto de recalcitrante honestidad, el presidente de México podría elegir a un abogado sin compromisos partidistas, con probada capacidad y conocimiento de nuestras leyes; de esta lista por lo menos un par, con amplia trayectoria, se perfilan por el camino de la independencia y sus nombres han sido agregados con la esperanza de que en el gobierno de la 4T impulse ese cambio tan deseado por todos los mexicanos.