La Policía de Bolivia informó hoy que entre el sábado y martes de Carnaval se registraron 66 muertos y más de un centenar de heridos por accidentes, homicidios e inundaciones.
El comandante de la Policía, general Rómulo Delgado, precisó que la cifra de muertos es un 35 por ciento menor a la registrada en 2018, cuando hubo 101 fallecidos.
Según el informe policial, entre los 66 muertos se encuentran un asesinato, dos homicidios, 27 muertes en accidente de tránsito y seis suicidios.
Delgado destacó que este 2019 no hubo ningún feminicidio durante el Carnaval, a diferencia de 2018, cuando se registraron tres casos.
El jefe policial precisó que los dos homicidios fueron registrados en el departamento de La Paz (oeste). El primero en una zona populosa donde un joven de 18 años murió tras ser atacado con un arma punzo cortante en el muslo durante una pelea callejera.
El segundo caso en la ciudad de El Alto donde un sujeto fue linchado tras ser acusado de violar a una niña.
El reporte policial señaló que hubo 583 casos de delitos denunciados ante la Policía, de los cuales 293 fueron atendidos por la Fuerza Especial de Lucha Contra la Violencia, 264 por la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen y 26 por la Dirección de Prevención de Robo de Vehículos.
Los dos departamentos con más casos de delitos fueron Santa Cruz (este) con 165 y La Paz (oeste) con 155.
En cuanto a contravenciones (faltas jurídicas), se contabilizaron 2.777 casos, de los cuales 1.331 corresponden a accidentes de tránsito, 634 de consumo y expendio de bebidas alcohólicas y 812 por faltas y contravenciones policiales.
Desde el comienzo del Carnaval, la Policía desplegó más de 12.000 efectivos en todo el país.
Los lugares donde principalmente se encargaron de la seguridad fueron en la entrada folclórica del Sábado de Peregrinación de Oruro, el corso de Santa Cruz, Jiska Anata en La Paz y el "Corso de Corsos" de Cochabamba.
El comandante de la Policía informó que en el caso de Oruro, la festividad se desarrolló en completa tranquilidad y no hubo hechos que se tengan que lamentar, debido al fuerte despliegue de seguridad con unidades especializadas.