Cuando las familias se reúnen para comer, la mitad del tiempo de sus integrantes es dedicado a distracciones como dispositivos electrónicos, juguetes y tareas que los alejan física o mentalmente de la mesa, se indicó en un estudio publicado hoy en el sitio en la red de la Universidad de Illinois.
El estudio examinó las rutinas de 109 familias al momento de comer y los efectos que la presencia de los padres y diferentes tipos de distracciones tienen sobre las interacciones de las madres sobre sus hijos de edad preescolar.
Las distracciones incluyen algunas relacionadas con la tecnología como ajustar los aparatos electrodomésticos o usar la televisión u otros dispositivos electrónicos; jugar con mascotas, juguetes y otros objetos; distracciones relacionadas con la comida; y levantarse de la mesa por cualquier motivo como ir al baño o a trabajar.
Los investigadores encontraron que las comidas familiares duraron en promedio 17 minutos. Madres y padres pasaron cerca del mismo tiempo, 10 por ciento y nueve por ciento respectivamente, ocupados en distracciones relacionadas con la comida como retirar la vajilla o los utensilios necesarios para la comida.
Los niños pequeños de entre 18 y 24 meses al momento del estudio pasaron cerca del cuatro por ciento de su tiempo jugando con juguetes y otros objetos y casi el mismo tiempo, cerca de tres por ciento, viendo la televisión o distraídos con otra tecnología durante la comida.
Los padres estuvieron ausentes en 35 comidas familiares. Si los padres estaban ausentes, los niños jóvenes pasaban significativamente más tiempo jugando con objetos que los niños cuyos padres estuvieron presentes, indicó la investigación.
En consecuencia, las madres pasaron significativamente más tiempo ocupadas con distracciones relacionadas con la comida y prestaron menos atención a la comida del niño cuando los padres no estaban presentes durante la comida.
Aunque los padres tuvieron significativamente más probabilidades que las madres de usar tecnología durante la comida o de levantarse de la mesa, la presencia de los padres durante las comidas podría tener un impacto positivo: la reducción en el tiempo en el que los niños están distraídos y una mayor capacidad de respuesta de las madres a los comportamientos del niño al momento de comer, agregó la investigación.
"Nuestros hallazgos indican que los padres desempeñan un papel importante en la interacción y el contacto con los niños en la mesa", dijo la autora principal Jaclyn Saltzman, quien realizó la investigación para obtener el doctorado en estudios familiares en la Universidad de Illinois.
"Cuando los papás están presentes en las comidas, los niños pequeños pasan significativamente menos tiempo jugado con juguetes y otros objetos. Y las madres pasan más tiempo respondiendo a los comportamientos al momento de comer como alentar a los niños a ingerir alimentos saludables y permitirles decidir si quieren comer o no y cuánto", señaló.
El estudio también encontró que los niños pequeños pueden tener una mayor inclinación a ser quisquillosos para comer y a presentar otros comportamientos negativos cuando hay más distracciones al momento de la comida.
"Los padres de familia podrían considerar retirar los juguetes, las mascotas y otras distracciones para que los niños pequeños se concentren en la comida y los padres de familia tengan más oportunidades de alentar hábitos de alimentación saludables", indicó Saltzman.
Todas las familias fueron reclutadas de un proyecto de investigación más amplio de la universidad llamado STRONG Kids 2, un estudio actual de más de 450 niños de edad preescolar que estudia la influencia sobre la obesidad infantil de los hábitos de alimentación, la genética, las rutinas de la casa y los factores familiares.
El estudio fue publicado recientemente en la revista Journal of Family Psychology.