El paquete económico del próximo año debe ajustarse para ser más realista consideró la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) por lo consideró que debe atender necesidades sociales y no decisiones gubernamentales para aprovechar experiencias exitosas del pasado y mejorarlas como es la desaparición de fideicomisos o fondos tan necesarios como el FONDEN o los programas para quienes quieren abrir un negocios, agregó.
Por: Ernesto Madrid
Al presentar seis propuestas empresariales que podría integrarse al nuevo paquete del gobierno federal, los patrones de México dejaron en claro que este debe ser un motor para que a las familias les vaya bien, en especial, en este arranque de la segunda mitad del sexenio.
“Es una oportunidad que no debe desaprovecharse. Seguiremos aportando ideas y propuestas para que el Congreso de la Unión fortalezca la Ley de Ingresos y el Presupuesto de Egresos para que ambos tengan altura de miras y rostro humano”, precisó la Coparmex.
El Paquete Económico integra la visión del país que tiene el gobierno para el año siguiente; los Criterios de Política Económica; la Ley de Ingresos y la llamada Miscelánea Fiscal que son las herramientas por medio de las cuales se fija la Política Fiscal, es decir, el compendio de impuestos y contribuciones que individuos y empresas deberemos cubrir; y, por último, y de igual importancia, el Proyecto de Presupuesto de Egresos que es en sí la descripción de la forma en que el gobierno gastará esos recursos.
Por lo anterior destacaron seis puntos que debe analizar el Congreso del Unión.
1. Celebramos que no haya nuevos impuestos ni que se incrementen sustancialmente los existentes, sin embargo, eso no es suficiente. Se requieren instituciones, incentivos y apoyos tangibles para promover la reactivación. Hoy, son necesarias políticas como las que promovía el extinto Instituto Nacional del Emprendedor (INADEM), fondos y programas para que más micro y pequeñas empresas surjan, se consoliden y prosperen generando empleos. Son muy relevantes porque las MiPyMEs representan más del 95% de las empresas del país.
2. Reconocemos también que el Gobierno de México apueste por crecer el gasto impulsando una austeridad responsable.
3. Endeudarse en momentos clave y de forma razonable es positivo. Contraer deuda equivalente al 3.1% del PIB permite contar con recursos que son necesarios sin afectar las finanzas públicas. Esos recursos para que sean útiles deben ser destinados no a gasto corriente sino a inversión productiva.
4. El optimismo no debe traducirse en triunfalismo sino en realismo. Las estimaciones de ingresos deben ser realistas para que en el corto plazo no tengan que suspenderse proyectos o contraer más deuda.
5. La inversión pública y el presupuesto deben diversificarse. Hoy, vemos que 2 de cada 10 pesos del gasto programable se irán al rubro de combustibles y energía. Pemex para dejar de ser un barril sin fondo debe invertir en sus unidades de negocio rentables y CFE debe volver a tener la eficiencia como centro de sus decisiones. La inversión física pública alcanzará el 3.1% pero debe orientarse no sólo al Tren Maya o al Tren Transítsmico, hay mucho qué hacer en materia educativa, de salud, en infraestructura carretera y de telecomunicaciones así como en seguridad.
6. Los programas sociales son hoy más necesarios que nunca, pero se deben corregir sus deficiencias. Deben focalizarse y estar anclados a incentivos para la superación de las personas. En muchos casos deben mejorarse las reglas de operación y la transparencia.
Lo cierto, advierte la Coparmex es que el presupuesto nace con un déficit, dado que el gasto será mayor que los ingresos, lo que se advierte es un déficit de 875 mil millones de pesos, equivalente al 3.1% del PIB. Es un hueco que se cubrirá con deuda o con posibles ajustes al gasto y parece razonable en el contexto actual.