La economía mexicana se encuentra en una fase de desaceleración, pero no se ven señales de una recesión, estimó hoy martes el Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF).
En rueda de prensa, el presidente del organismo, Fernando López, dijo que el menor ritmo de expansión en el país se debe en gran medida a factores globales, como la marcha económica de Estados Unidos.
"Estos factores internacionales están ocasionando que la economía, no solamente la de México, se vea en un escenario de desaceleración (...) pero no vemos nosotros en este momento un escenario de recesión económica", indicó.
"Sabíamos que iba a ser un año de bajo crecimiento, sabíamos que venía una desaceleración económica en Estados Unidos después de 10 años consecutivos de crecimiento económico", agregó.
Otros eventos que están afectando la productividad global se refieren a las tensiones comerciales a nivel mundial y a las discusiones por la salida de Reino Unido de la Unión Europea (brexit), añadió.
Los asociados al IMEF estiman que la economía mexicana podría crecer este año un 1,5 por ciento.
No obstante, las estimaciones para el 2020 se redujeron a un 1,80 por ciento, desde el 1,95 por ciento previsto el mes pasado.
López dijo que hacia adelante las proyecciones están sujetas a ver ajustes tanto a la alza como a la baja.
"Sabíamos que el "brexit" iba a desacelerar la economía de la Unión Europea, anticipábamos estos escenarios que ahora se están traduciendo en números", indicó.
"En el primer trimestre vemos un bajo crecimiento, va a ser menor al 2 por ciento, y esperemos que repunte hacia los siguientes trimestres", indicó.
La economía mexicana, la segunda mayor de América Latina después de Brasil, creció un 2 por ciento en 2018.
El gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador estima un crecimiento económico similar para este año, el primero de su gobierno.
El mandatario mexicano se ha propuesto alcanzar tasas de crecimiento económico del 4 por ciento mediante el combate a la corrupción, para después destinar los recursos recuperados a proyectos productivos.
México depende en gran medida de los ciclos económicos de Estados Unidos, su vecino y principal socio de negocios.
