La economía mexicana "está en marcha, aún crece poco", pero no hay visos de una recesión, aseguró hoy el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador.
Al presentar su informe de los primeros 100 días de gobierno en Palacio Nacional, el mandatario desestimó el panorama negativo en lo financiero, previsto por algunos analistas.
"La economía afortunadamente está en marcha, aún crece poco, pero no hay ni asomo de recesión como quisieran nuestros adversarios conservadores o como pronostican con mala fe sus analistas. Se van a quedar con las ganas", dijo.
Explicó que para este año, el gobierno estima que la economía registre una expansión de entre 1,5 y 2,5 por ciento.
Organismos internacionales y firmas financieras han ajustado a la baja sus pronósticos de crecimiento para México en un entorno de incertidumbre interna y externa.
López Obrador insistió en que en México "vamos a crecer porque habrá promoción para el desarrollo (...) Vamos a convertir a México en una potencia económica con visión social".
"Reitero mi compromiso de no fallar: antes muerto que traidor", dijo al asumir "el reto" de elevar el crecimiento económico de México a tasas del 4 por ciento, mediante un férreo combate a la corrupción.
Refirió que de acuerdo con datos del Seguro Social se han creado en este periodo 220.628 nuevos empleos y que la recuperación del poder adquisitivo del salario está mejorando el consumo interno.
"Las tiendas de autoservicio reportan un incremento de 2,5 por ciento en las ventas de enero con respecto al mismo mes del año pasado", añadió.
Durante su mensaje de una hora, López Obrador sostuvo que el nuevo modelo de política económica es que: "sí se acaba con la corrupción se puede lograr mayor desarrollo económico".
"Aunque pasemos de la austeridad republicana a la pobreza franciscana se mantendrá el apoyo a los programas sociales", dijo.