México podría ver presiones adicionales en sus finanzas públicas y en sus niveles de deuda ante la falta de fuentes alternas de ingreso, consideró hoy el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP).
En su análisis semanal, el CEESP indicó que prevalecerá el nerviosismo hacia adelante, ante el frágil estado de las finanzas de la estatal Petróleos Mexicanos (Pemex), la cual demandará más recursos del gobierno.
"En un ambiente de recursos escasos sin fuentes alternativas, de un considerable gasto social y la elevada necesidad de inversión, podrían surgir presiones adicionales sobre las finanzas públicas y los niveles de deuda", indicó el organismo.
"La certidumbre es un activo importante que incide positivamente en el crecimiento económico y la percepción crediticia del país", agregó.
El CEESP, instancia que depende del Consejo Coordinador Empresarial, precisó que la reciente decisión de varias agencias calificadoras de modificar la expectativa crediticia del país refleja la preocupación sobre la complejidad que se anticipa para hacer frente a los compromisos de deuda.
En su opinión, el debilitamiento del perfil crediticio de Pemex y el hecho de que depende ampliamente del gobierno federal para cumplir con sus compromisos de deuda, ha afectado la percepción sobre la calificación soberana.
El pasado 4 de marzo, la agencia Standard & Poor's cambió de "estable" a "negativa" la perspectiva de la calificación crediticia global de Pemex, tras una acción similar en la nota soberana del país.
El titular de la Secretaría (ministerio) de Hacienda, Carlos Urzúa, dijo el pasado 8 de marzo que el gobierno anunciaría durante el mes nuevas medidas para apoyar las finanzas de la estatal Pemex.
La administración del presidente Andrés Manuel López Obrador dio a conocer a mediados de febrero un plan para apoyar las finanzas de la petrolera, mediante una inyección de 107.000 millones de pesos (unos 5.200 millones de dólares) para este año.
Las finanzas de Pemex se han debilitado en los últimos años como resultado del declive en la producción de crudo, junto a recortes presupuestales, una pesada deuda y un agresivo régimen fiscal.
Las calificadoras, incluidas Moody's Investors Service y Fitch Ratings, han bajado las notas de Pemex y han cambiado su perspectiva a negativa por dudas sobre si el apoyo oficial será suficiente para fortalecer a la empresa.
El CEESP señaló que las agencias están autorizadas por la Comisión Nacional Bancaria y de Valores para analizar, opinar, evaluar y dictaminar la calidad crediticia de una entidad o una emisión, "y de ninguna manera responden al tipo de gobierno que tiene un país".
"El debilitamiento del perfil crediticio de la empresa petrolera y el hecho de que depende ampliamente del gobierno federal para cumplir con sus compromisos de deuda, ha afectado la percepción sobre la calificación soberana, un evento que sucede con regularidad", indicó el CEESP.
El pasado 6 de marzo, Urzúa también desestimó las preocupaciones de las calificadoras e incluso consideró que "no se debería hacer una tormenta en un vaso de agua".
La producción de crudo de Pemex se ubica en los niveles más bajos en décadas y los nuevos descubrimientos no han podido reemplazar sus campos más viejos y maduros.