Beijing ha sacado a la luz un nuevo plan de acción para combatir la contaminación del aire en 2019, con la adopción de un nuevo indicador utilizado por el mundo desarrollado para medir la calidad del aire.
El esquema medirá la concentración de partículas PM2,5 durante 3 años consecutivos.
Un funcionario del Buró Municipal de Protección Medioambiental de Beijing señaló que la utilización de este parámetro va en línea con la evaluación de la calidad de aire actual porque puede restar importancia al impacto de los cambios meteorológicos anuales.
El objetivo de la ciudad capital de este año es lograr un gradual descenso tanto del promedio anual como de la media de 3 años de las partículas PM2,5. La urbe dará prioridad al control de emisiones de camiones diesel y componentes volátiles orgánicos o VOCs.
Dado que las emisiones del parque automotor se han convertido en la mayor fuente de contaminación, Beijing se esforzará en prohibir unidades con un grado alto de las mismas e incrementar la cifra de autos de nuevas energías a 300 000 para fines de año.
Entre otras iniciativas, se ordenará la clausura de cerca de 300 manufactureras y empresas contaminantes para el fin de septiembre, la promoción del uso de materiales ecológicos en las nuevas construcciones y la mejora del transporte ferroviario en reemplazo de los vehículos de carga.